Conclusiones Principales
- Los mayores minoristas de moda del mundo, H&M and Zara, utilizan algodón vinculado al acaparamiento de tierras, la deforestación ilegal, la violencia, las violaciones de los derechos humanos y la corrupción en Brasil.
- El algodón es cultivado por dos de los mayores agronegócios del país -– SLC Agrícola y Grupo Horita– en el oeste del estado de Bahía, parte del precioso bioma del Cerrado que ha sido fuertemente deforestado en las últimas décadas para dar paso a la agricultura a escala industrial.
- A diferencia de la Amazonia, la deforestación del Cerrado está empeorando. El bioma alberga el 5% de las especies del mundo. Muchas se enfrentan a la extinción debido a la pérdida de hábitat si no se invierten las tendencias actuales de deforestación.
- Durante generaciones, las comunidades tradicionales han vivido en armonía con la naturaleza. Estas comunidades han visto cómo les robaban sus tierras y han sufrido los ataques de los ambiciosos agronegócios al servicio de los mercados mundiales del algodón.
- El algodón contaminado de las cadenas de suministros de H&M y Zara está certificado como ético por el mayor sistema de certificación de algodón del mundo, Better Cotton, que no ha identificado las ilegalidades cometidas por SLC y Horita. Los profundos defectos de Better Cotton no se solucionarán con la reciente actualización de sus normas.
- El fracaso de la industria de la moda a la hora de controlar y garantizar la sustentabilidad y la legalidad de sus cadenas de suministros del algodón significa que los Gobiernos de los mercados de consumo ricos deben regularlas. Una vez establecidas, las normas deben aplicarse estrictamente.
Crímenes de Moda se publicó el 11 de abril de 2024
Capítulo 1:
La llegada de las grandes empresas agroindustriales
Una tierra salvaje valiosa
Alzándose en los márgenes de las ‘veredas’ 11 , las palmeras tucum comparten el espacio con los árboles de buriti, y atraen a los tucanes y a los guacamayos azules que vienen en busca de sus frutos redondos. La vegetación, además incluye los árboles de barbatimão, mangaba y sucupira, conocidos por los y las lugareños(as) por sus propiedades medicinales y utilizados para curar todo, desde la inflamación y las infecciones hasta la diabetes. Más allá de las veredas, un mosaico de paisajes incluye sabanas, humedales, praderas y bosques.
Esto es el Cerrado brasileño. A pesar de la belleza inmensa de sus altiplanos y valles frondosos, y su importancia debido a sus numerosas especies, el Cerrado no es tan conocido como lo es la Amazonía. Cubre casi el 25% del territorio brasileño, un área del tamaño de México, y es el segundo bioma más grande del país.12 El Cerrado – el cual alberga el 5% de las especies mundiales (incluyendo el armadillo gigante, tapir, lobo de crin, jaguar, ñandú y siriema) y una tercera parte de la biodiversidad brasileña13 – es conocido como una cuna de aguas, debido a su rol en el reabastecimiento de varios de los principales ríos brasileños y sudamericanos.14
El bioma ha perdido más de la mitad de su vegetación nativa, como resultado de la agricultura a gran escala en las últimas décadas.15 “A menudo se dice que el Cerrado puede ser sacrificado, para que la agroindustria pueda expandir sin amenazar la Amazonía”,16 afirma André Sacramento, coordinador de la Asociación de Abogados/as de Trabajadores/as Rurales (AATR). Él añade: “Sin embargo, el Cerrado es esencial para la preservación de la propia Amazonía”. De hecho, ríos amazónicos importantes (Xingu, Madeiras y Trombetas) tienen manantiales en el Cerrado.17
Dentro de la vasta zona cubierta por el Cerrado, se encuentra la sección occidental del estado de Bahía. Comunidades de ‘geraizeiros’ han habitado Bahía occidental por varias generaciones.18 Las formas de vida de los geraizeiros son tradicionales y de bajo impacto. Recogen frutas y plantas medicinales, cultivan plantas tradicionales – tales como yuca, frijoles y calabazas – y crían su ganado en las praderas naturales.19 Cuando todavía había abundante vida silvestre y los ríos estaban limpios, podían cazar y pescar.
Algunas de estas comunidades han existido por más de 200 años, y empezaron como una combinación de esclavos(as) fugitivos(as), campesinos(as) y cualesquiera otros que deseaba o necesitaba escapar de la sociedad mayoritaria. 20
Las comunidades identificadas como ‘fundo e fecho de pasto’ en la municipalidad de Correntina, más al sur de Formosa do Rio Preto, tienen un modo de vida semejante. En la comunidad de Capão do Modesto, alrededor de 80 familias intentan vivir como vivían sus ancestros(as). Las casas no están conectadas a la red eléctrica. La conexión a Internet es irregular, y solo es posible a través de satélites.
En la comunidad cercana de Pedrinhas, Bernardino Alves Barbosa de 37 años de edad confirma la longevidad de la comunidad. “Mi abuelo, quien falleció en 2021 a los 97 años, nació y se crio aquí. En su juventud, la gente dejaba pasear libremente al ganado. Recolectaban pequi, cascudo, semilla de marañón, mangaba. Siempre vivíamos en harmonía con la naturaleza”, afirma.21
“A menudo se dice que el Cerrado puede ser sacrificado, para que la agroindustria pueda expandir sin amenazar la Amazonía.”
André Sacramento
Coordinador de la Asociación de Abogados/as de Trabajadores/as Rurales (AATR)
La expropiación y la deforestación
Esta coexistencia harmoniosa, se ha derrumbado en las últimas décadas. A partir de 1985, Bahía ha perdido casi una cuarta parte de sus originales nueve millones de hectáreas del Cerrado, debido a la agricultura industrial.22 La expansión agroindustrial agresiva está generando la pérdida de hábitats y amenazando la supervivencia de una quinta parte de las especies del Cerrado, incluyendo el lobo de crin y el armadillo gigante.23 Las comunidades tradicionales y la vida silvestre se encuentran bajo presión de la invasión de las plantaciones, la extracción no sustentable del agua y la contaminación por pesticidas.
Se espera que los niveles de agua de los principales ríos del Cerrado disminuirán en un tercio para 2050, debido en su mayoría a la deforestación y a la sobreexplotación, especialmente por los monocultivos de algodón sedientos.24 El algodón requiere más pesticidas tóxicos que cualquier otro cultivo, lo cual contamina el suelo y las fuentes de agua.25 Sumado a dichos impactos ambientales es el hecho que el algodón y la producción de textiles son notorios por sus altos niveles de emisiones de gases de efecto invernadero.26 Algunos cálculos afirman que la industria mundial de la vestimenta tiene una huella de carbono similar al total de todos los Estados Miembros de la UE.27
Una mezcla desastrosa de política estatal, corrupción, avaricia, violencia e impunidad ha abierto al occidente de Bahía al avance irrefrenable de los agronegocios a nivel industrial, basado en el robo descarado de tierras públicas, el desposeimiento de comunidades tradicionales y la deforestación desgarradora.
A finales de la década de los 70, acaparadores de tierra avistaron una oportunidad única en el occidente de Bahía, históricamente considerada ‘tierra ociosa’.28 La entonces dictadura militar estaba ansiosa por promover el ‘desarrollo’ agrícola de las vastas extensiones de territorio brasileño para, entre otras cosas, impedir que ‘celdas comunistas’ verdaderas o imaginarias se establecieran en regiones remotas.29 Pasaron por alto los costos ambientales, humanos y legales de dicha política, o los trivializaron.
A través de estrategias fraudulentas, acaparadores de tierra empezaron a privatizar ilícitamente cientos de miles de hectáreas de tierras públicas – las cuales son propiedad del estado y del pueblo de Bahía – incluyendo aquellas que se encontraban bajo el esquema de uso colectivo de las comunidades tradicionales.30
Bajo la presión de los acaparadores de tierra violentos, muchas familias se vieron obligadas a huir. “Cuando el acaparador de tierras llegaba, a veces conquistaba a los lugareños pagándoles una miseria por su tierra. Pero a menudo, simplemente contrataba a un pistolero, quemaba casas o amenazaba y mataba a los residentes, antes de tomar posesión del área”,31 comenta el ambientalista y activista local Marcos Rogério Beltrão dos Santos.
Los primeros acaparadores de tierra sentaron las bases para las olas subsiguientes de estafadores y agronegocios con pocos escrúpulos sobre la transformación de tierras públicas robadas, repletas de vida silvestre, en vastos monocultivos.32
Prodecer, un programa de ‘desarrollo’ que recibió casi US$700 millones en financiamiento del Gobierno japonés entre 1985 y 1990,33 ayudó a los agronegocios a adquirir tierra cultivable de bajo costo, y a acceder a técnicas modernas de cultivo, especialmente para la producción de soya. El algodón, ahora cultivado en rotación con la soya por la mayoría de los grupos agrícolas más grandes de la región, fue introducido a finales del Siglo XX y comienzos del Siglo XXI.34
El fervor, de tanto el Gobierno federal como los Gobiernos estatales, por la expansión de la agroindustria fue incitado por el descuido por parte de Bahía de sus responsabilidades hacia el medio ambiente y hacia las comunidades tradicionales. Bajo la Constitución de Bahía de 1989, el Gobierno estatal tenía tres años para mapear toda tierra pública, y asegurar su preservación y que a las comunidades les otorgaran derechos a sus territorios tradicionales.35 Hasta la fecha, dicho proceso no se ha finalizado.
“Si el Gobierno recuperara toda tierra pública en el occidente de Bahía, no quedaría ninguna finca, porque todas eran tituladas fraudulentamente”, agrega dos Santos.36 La omisión estatal, además viola el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, de la que Brasil es signatario.37 Cuando se trata de la administración ambiental, el Gobierno de Bahía ha aprobado los peores abusos, y ha permitido que el Cerrado fuera repartido por el agronegocio.38
Hecho a mano por residentes locales a lo largo de varias generaciones y vendidos en centros urbanos, productos como la pulpa de pequi, el aceite de buriti y mecates de tucum se han vuelto escasos con la desaparición de las especies nativas. “Mi abuela, mis tías y yo antes recolectábamos tucum en los cerros para confeccionar el mecate. Era como una palmera. Cuando llegó la deforestación, las palmeras de tucum desaparecieron, ya nadie los encuentra en ninguna parte”,39 comenta Catarina Lopes Leite, de 63 años, una habitante de la comunidad de Cachoeira en Formosa do Rio Preto.
Dos empresas gigantescas de algodón devoran el Cerrado
Para el presente informe, Earthsight eligió enfocarse en dos estudios de caso del acaparamiento de tierras y de deforestación en el occidente de Bahía, uno en el norte y uno en el sur, y en los dos gigantescos agronegocios responsables de dichos casos.
Los casos son Estrondo y Capão do Modesto, o Capão para abreviar. Las empresas son Grupo Horita y SLC Agrícola.
Las acciones de Horita y SLC en Bahía occidental no son casos aislados. Son típicos de los agronegocios a escala industrial y orientados hacia la exportación, que están devastando al Cerrado y a sus comunidades tradicionales. Un estudio halló que, en 2020, el 99% de la deforestación en el Cerrado era ilegal, con la destrucción causada por los grandes terratenientes representando solamente el 1% de toda propiedad rural.40 La especulación lucrativa de tierras, la falta del Estado en demarcar y proteger las tierra públicas y el apoyo casi incondicional del Gobierno de Bahía en la expansión de los agronegocios han resultado en el acaparamiento extendido de tierras y la pérdida de vegetación.41
Cachoeira, la aldea de Lopes Leite, junto con seis otras comunidades, están arracimadas en una extensión de 82.000 ha de tierra, una pequeña porción de las cientos de miles de hectáreas que ocupaban hasta hace solamente cuatro décadas. Una gran parte de la tierra tradicional ha sido acaparada por una enorme hacienda agroindustrial, llamada Agronegócio Condomínio Cachoeira do Estrondo.42 En esta área, docenas de agronegocios actualmente cultivan soya, algodón y maíz en un altiplano, conocido como chapada, que en el pasado fue un bosque y cotos de caza para las comunidades geraizeiras.
La hacienda, actualmente tiene una extensión de 320.000 ha,43 un área casi cuatro veces más grande que el tamaño de la Ciudad de Nueva York.44 Cubre no solamente la chapada deforestada, sino también losvalles bajos circundantes todavía habitados por las comunidades geraizeiras. El proyecto está implicado en la deforestación ilícita, la violencia armada, la corrupción y condiciones laborales análogas a la esclavitud, y ha sido señalado como uno de los casos brasileños más notorios de acaparamiento de tierras.45, 46
El productor más grande de algodón y soya en Estrondo es Grupo Horita.47 Originalmente del estado de Paraná en el sur de Brasil, los hermanos Walter, Ricardo y Wilson Horita llegaron a Bahía en 1984. Después de adquirir inicialmente 1.200 ha de tierra de cultivo, hoy en día Grupo Horita es el dueño de casi 140.000 ha de tierra a lo largo de seis municipalidades del occidente de Bahía.48
La empresa es el sexto productor más grande de algodón de Brasil,49 con una producción estimada de 180.000 toneladas en la temporada de cosecha de 2022-23.50 El Grupo Horita exporta el 70% del algodón que cultiva.51 Los Horita, según consta, son entre las familias más ricas de Brasil.52 Producen algodón, soya y otros cultivos, lo cual comprende aproximadamente una tercera parte de Estrondo, o alrededor de 100.000 ha.53
El otro actor principal en el occidente de Bahía que se perfila en la presente investigación, SLC Agrícola, es el productor de algodón más grande de Brasil.54 La empresa llegó a la región a principios de los 2000, y actualmente realiza sus cultivos en 147.000 ha en seis municipalidades, 44.000 ha de las cuales comprenden campos algodoneros.55
SLC tiene su sede en Rio Grande do Sul, el estado más al sur de Brasil. Pertenece a la familia Logemann, una de las familias más ricas del país, con activos que valen más de BRL7,2 miles de millones (US$1,4 miles de millones).56 El grupo, con ingresos netos de más de BRL1 mil millones (US$271 miles de millones) en 2022,57 además es dueño de propiedades en cinco estados más de Brasil, todos los cuales forman parte del bioma del Cerrado.58
SLC ha sido nombrado uno de los principales deforestadores del Cerrado.59 El fondo de pensiones noruego se desinvirtió de SLC hace unos años, debido a los vínculos de la empresa con la deforestación.60 Las ONGs han vinculado a la empresa en repetidas veces con la pérdida no sustentable de los bosques brasileños.61
Como demostrará este informe, el Fiscal General de Bahía ha implicado a ambos el Grupo Horita y a SLC en el acaparamiento de tierras y la violencia contra la comunidad de Capão do Modesto en Correntina. Las agencias ambientales federales y del estado de Bahía, han acusado a las dos empresas de deforestación ilícita a través del occidente de Bahía.62 Mientras tanto, Walter Horita incluso ha estado enmarañado en uno de los escándalos más chocantes de la historia brasileña reciente.
SLC Agrícola y el Grupo Horita, encarnan los graves impactos ambientales y humanos generados por los grandes productores de mercancías en el occidente de Bahía. Los detalles de sus fechorías en la región, le deben chocar a toda persona que contempla hacer negocios con ellos. Sin embargo, su algodón alcanza mercados y marcas mundiales. La industria de la moda es cómplice de sus transgresiones, y su falta de cumplimiento con sus responsabilidades es épica.
Capítulo 2:
El acaparamiento de tierras, la violencia y la corrupción
Estrondo: el acaparamiento de 4.000 kilómetros cuadrados de tierra
“Al principio, escuchamos el sonido de maquinaria. Con el paso del tiempo, se acercaron, expandiendo sus cultivos, construyendo sedes, y la deforestación de la chapada creció”.63 Jossone Lopes, un residente de Cachoeira, se acuerda de cuando los(as) primeros(as) terratenientes llegaron. Los cultivos y las sedes que él menciona son parte de lo que pasó a denominarse Estrondo.
Un proceso corrupto e ilegal, desde el principio.64
En junio de 1981, una empresa llamada Delfin Rio compró una propiedad con una extensión de 405.000 hectáreas (ha) en Bahía65 – una vasta parcela del ecosistema valioso del Cerrado, más grande que la isla Long Island en el estado de Nueva York. Delfin Rio luego registró la parcela de tierra bajo la razón social de Agronegócio Condomínio Cachoeira do Estrondo – o simplemente ‘Estrondo’.66 La compra de Delfin Rio fue sospechosa por varias razones. El título de propiedad de dicha parcela no incluye ninguna referencia a su dueño original67 – lo cual es ilegal según la legislación brasileña.68 Es más, el número del título de propiedad no corresponde al número del título en posesión de la empresa de la cual Delfin ha comprado la tierra – una gran señal de alerta.69
El número del título de propiedad se debe mantener cuando la propiedad cambia de dueños.70 Cualquier alteración de dicho número es vista como una fuerte indicación de fraude. “Fue de esta manera que esos títulos de propiedad falsos aparecieron en las décadas de los 70 y 80”,71 explica André Sacramento, un abogado de la Asociación de Abogados/as de Trabajadores/as Rurales (AATR, por sus siglas en portugués). Un análisis adicional realizado por la Fiscalía del Estado de Bahía (MPBA, por sus siglas en portugués) reveló otras irregularidades asociadas con el título de propiedad, incluyendo una falta de límites o tamaño registrados. Según la Fiscalía, todo esto sugiere una “ilegalidad flagrante”.72, 73
Estrondo empezó como una sola gran hacienda de propiedad de Delfin Rio y otro par de compañías afiliadas. Sin embargo, a lo largo de los años, distintos agronegocios han alquilado o comprado parcelas de tierra dentro de Estrondo, creando un rompecabezas complejo de varios actores que explotan el área. “Cuando hablamos de Estrondo, parece que es una sola empresa. Pero esta no es la realidad. Estrondo reúne docenas de propiedades y varios productores de mercancías”,74 explica el fiscal Eduardo Bittencourt. Sin embargo, Estrondo se ha quedado con una estructura administrativa central encargada de manejar ciertos aspectos de toda la hacienda. Esta es la ‘Estrondo’ que emitió los comentarios a Earthsight destacados a continuación.
Bittencourt conoce muy bien a Estrondo. En 2012, la Fiscalía lanzó una consulta civil pública, para recabar pruebas sobre el acaparamiento de tierras y los conflictos con comunidades locales de geraizeiros. “Antes que nada, queremos garantizar la protección de los territorios de las comunidades”, afirma.75
Hoy en día, hay 365 distintos títulos de tierra dentro de la extensión, ahora un poco reducida, de la hacienda de 320.000 ha.76 Un elemento que todos aquellos que poseen esos títulos tienen en común – aparte de derechos legales sospechosos77 – es una actitud agresiva hacia aquellas personas de cuyas tierras ellos se han apropiado.
Acoso e intimidación
Hace más de 10 años, las comunidades empezaron a experimentar la intimidación y el acoso, por parte de hombres armados quienes supuestamente trabajaban para los terratenientes En varias ocasiones, el ganado de los(as) residentes fue herido o desapareció.78 Los dueños e inquilinos de Estrondo impusieron unas cuantas medidas para restringir fuertemente los movimientos y actividades de los geraizeiros, especialmente el arreo del ganado, en los valles que habitan: puestos de control con hombres armados, cercas circundando las casas de las comunidades y zanjas profundas cavadas a lo largo de sus territorios.79 La meta era mantener a los geraizeiros fuera de la ‘propiedad de Estrondo’.80 Luego vino la criminalización. La policía registró las casas de algunos miembros de las comunidades sin una orden judicial.81 Detuvieron a unas cuantas personas y las llevaron a la comisaría.82
Los intentos de Estrondo de confinar a los geraizeiros en áreas pequeñas, y restringir sus actividades tradicionales, no estaban vinculados a un deseo de los(as) terratenientes(as) de transformar los valles y veredas de las comunidades en plantaciones. Más bien, Estrondo por mucho tiempo ha tenido otra cosa en mente para estos lugares bien preservados.
El Código Forestal Brasileño requiere que toda propiedad rural en el Cerrado preserve por lo menos el 20% de su área total.83 Dichas áreas de hábitat protegido se conocen como reservas legales. En violación del espíritu, si no la letra, de dicha ley, y para permitirles desmontar toda su área productiva, los agronegocios en la hacienda empezaron a asignar los valles de las comunidades – los cuales también se encontraban dentro del área reivindicada por Estrondo – como sus reservas. Estrondo ha reivindicado 50.000 ha de tierra comunitaria para tales propósitos.84 Esta es una conversión sistemática de tierras comunitarias en reservas legales, de pronto quitando los derechos que las comunidades han disfrutado a lo largo de generaciones. Solo el Grupo Horita cuenta con más de 22.000 ha de reservas legales en Estrondo, una parte de ellas sobrepuesta a los lugares habitados por las comunidades.85
La maniobra se ha utilizado en todo el occidente de Bahía, y se conoce como el ‘acaparamiento verde de tierras’. “Es un área que, a los ojos de los(as) terratenientes, está preservada y lista para ser convertida en una reserva legal. Sin embargo, las comunidades viven allí”,86 explica Sacramento. La imposición de reservas legales en sus tierras impide que las familias lleven a cabo sus actividades de subsistencia y, en el peor de los casos, que se mantengan en la tierra.87 Esto, es una violación de sus derechos y una amenaza contra su existencia. Además, permite que las grandes empresas de agronegocios talen extensiones mucho más grandes en sus otras tierras, que de otra manera, deberían ser preservadas.
Sin embargo, las comunidades se han resistido. En abril de 2017, entablaron una demanda contra Estrondo, disputando sus títulos de propiedad y reportando las violaciones que han sufrido desde 2011. El siguiente mes, un juez falló que las comunidades tenían el derecho a usar plenamente sus territorios tradicionales.88 El año siguiente, el Gobierno de Bahía reconoció los derechos de las comunidades a 82.775 ha de tierra.89 Sería necesario hacer plenamente disponible de nuevo para las comunidades, un pedazo de tierra del tamaño de Manhattan, de aquella tierra acaparada del tamaño de Long Island.
La reacción de los agronegocios fue rápida. Estrondo cavó una zanja de 1,8 millas de largo en las tierras de las comunidades, para dificultar el movimiento de los(as) residentes y de su ganado.90 En febrero de 2019, los vigilantes empleados por Estrondo le dispararon al miembro comunitario Jossone Lopes en su pierna izquierda, mientras intentaba recuperar su ganado que los vigilantes habían confiscado. Él logró escapar con la ayuda de sus compañeros.91 No fue, si no hasta diciembre de 2019, que finalmente se desactivaron los puestos de control de seguridad de Estrondo en los valles de las comunidades.
Posiblemente la ilustración más extrema del acaparamiento flagrante de tierras por parte de Estrondo, es el hecho un poco sorprendente que, tras años de hacer la vista gorda, las autoridades de Bahía finalmente han decidido pasar a la acción. En octubre de 2018, la oficina del fiscal general lanzó una demanda contra Estrondo, para recuperar las tierras para el estado. En una demanda judicial de 2021, el fiscal general concluyó que los títulos de propiedad de Estrondo mostraron claras evidencias de ilegalidades.92 Aludiendo a las parcelas de tierra que eventualmente se convirtieron en Estrondo, él argumentó: “Como por arte de magia, [los acaparadores de tierra] lograron la hazaña increíble de transformar a 36.000 ha en el monto fantástico de 382.354 ha”.93 La demanda continúa en curso.
En una carta enviada a Earthsight, Estrondo afirmó que todo el uso de las tierras de la hacienda es legal, y que jamás se ha realizado ningún acaparamiento de tierra. Además, declaró que ha intentado llegar a un acuerdo “definitivo, equilibrado y justo” con las comunidades y con los fiscales. Estrondo negó haber restringido los movimientos de las comunidades, y declaró que opone el uso de la violencia. Acusó a los miembros de las comunidades de haber realizado acciones criminales contra sus propiedades y empleados(as). Además dijo que la hacienda tiene una extensión de 205.000 ha.
En comentarios enviados a Earthsight, el Grupo Horita negó ser dueño de propiedades dentro de Estrondo.94 Sin embargo, imágenes satelitales, títulos de propiedad, documentos de los tribunales y una abundancia de evidencias adicionales vistas por Earthsight claramente demuestran que el Grupo Horita efectivamente es el dueño de fincas dentro de Estrondo.95 La consulta pública de la Fiscalía, por ejemplo, identifica a la empresa como una de las partes en busca de un acuerdo sobre el conflicto. El 10 de agosto de 2022, los representantes de Horita contactaron a la Fiscalía, solicitando acceso a la consulta.96
Debido a que una solución legal al acaparamiento de tierras por Estrondo continúa siendo inasible, el fiscal Bittencourt ha persuadido a las comunidades y a los(as) terratenientes a negociar un acuerdo de coexistencia.97 Esto, es ilustrativo de la falta del estado de poner fin a décadas de robos de tierra y de ganancias ilícitas.
Capão do Modesto: “Uno de los casos más serios de acaparamiento de tierras en Bahía”
En la comunidad ‘fundo e fecho de pasto’ de Capão do Modesto, 19 propiedades privadas se sobreponen a su territorio que mide 11.200 ha.98 La mayoría de dichas parcelas fueron vendidas a los agronegocios – para ser utilizadas como reservas legales ‘en papel’, así permitiendo la deforestación adicional en otros lugares – por una pareja pobre y analfabeta quienes firmaron los documentos de venta con sus huellas digitales.99 El análisis realizado por la Asociación de Abogados/as de Trabajadores/as Rurales reveló que la pareja supuestamente habría heredado 16.000 ha de tierra en 1960, pero no hay registros del inventario de la persona fallecida, ni documentación probando que ellos eran sus herederos, los cuales son requisitos legales.100 El análisis mostró además que la pareja nunca había vivido en el área. Los y las residentes de Capão do Modesto le contaron a Earthsight que sospechaban que la pareja fue utilizada como una pantalla para el proyecto de acaparamiento de tierras.101
Otro toque de atención son los precios sospechosamente bajos que los(as) terratenientes(as) pagaron para sus parcelas. En 2007, Luiz Carlos Bergamaschi, uno de los principales productores de algodón en el occidente de Bahía y actual presidente de la Asociación de Productores de Algodón de Bahía (Abapa, por sus siglas en portugués), dueño de 14 parcelas dentro de Capão do Modesto, compró una propiedad con una extensión de 90 ha por BRL3.500 (US$1.600).102 Esto representa menos que BRL38 (US$17) por hectárea.103, 104 Ninguna de sus 13 propiedades restantes dentro de Capão do Modesto le costaron más de BRL361 (US$166) por hectárea, mientras que las propiedades rurales en el occidente de Bahía en ese momento se valuaban en entre US$2.500 y US$4.000 por hectárea.105 Estudios han sugerido que precios excesivamente bajos pagados por la tierra en Brasil pueden ser una prueba del acaparamiento de tierra.106
El mismo fenómeno del ‘acaparamiento verde’ de tierras observado en Estrondo ocurre en Capão do Modesto. Los(as) terratenientes no han adquirido propiedades allá para cultivos, sino para apartar como reservas legales para fincas ubicadas en otros lugares.107
No es ninguna coincidencia que los(as) productores(as) de algodón están reclamando áreas que se sobreponen a Capão do Modesto o a las tierras de las comunidades en Formosa do Rio Preto como sus reservas legales. Si bien la práctica ha sido legal a lo largo de varias décadas, la habilidad de los agronegocios de ubicar reservas legales lejos de sus fincas ha cobrado más impulso en los últimos años, tras cambios realizados al Código Forestal Brasileño y a las leyes ambientales de Bahía.108, 109 Grandes terratenientes a lo largo del occidente de Bahía han tomado provecho de esta oportunidad, la cual hasta muy recientemente les había permitido desmontar completamente sus fincas de la vegetación nativa.110
Sin embargo, los(as) expertos(as) entrevistados(as) por Earthsight son terminantes sobre los daños que esto puede generar: “El Cerrado está compuesto de varios ecosistemas. Cuando fincas y sus reservas legales están ubicadas en distintos lugares, la preservación de aquellos ecosistemas más impactados por la agricultura a gran escala – los cuales tiende a estar concentrado donde alguna vez hubo muchas praderas – se dificulta. Otro problema agudo es que muchas de las actividades de los agronegocios en el occidente de Bahía se ubican encima del acuífero Urucuia, el más grande de Brasil. Si las reservas legales de dichas fincas se encuentran en otra parte, el acuífero no puede ser recargado por los procesos naturales que solo la vegetación nativa puede facilitar”, explica el ambientalista dos Santos.111
Bergamaschi le dijo a Earthsight que había pagado “precios de mercado” por sus propiedades en Capão. Él negó que las propiedades eran ilegales o vinculadas al acaparamiento de tierras, y enfatizó que todas han sido debidamente registradas con las autoridades relevantes.
El presidente de la Abapa no es el único productor de algodón implicado en las transacciones turbias de tierra en Capão do Modesto. El Grupo Horita es además acusado del acaparamiento verde en las tierras de la comunidad.112 En 2009, el grupo adquirió Fazenda Alegre, una propiedad con una extensión de 2.169 ha en Capão utilizada como una reserva legal por la Fazenda Sagarana, una finca de algodón a una distancia de casi 150 km (93 millas).113 La propia Sagarana se ha visto envuelta en ofensas. En 2019, Ibama embargó más de 250 ha de la finca, debido al cultivo de algodón transgénico en la zona de amortiguamiento de un área de conservación (dicho embargo ha sido levantado desde entonces).114 El Grupo Horita niega que la Fazenda Alegre se sobrepone a tierras públicas o a la tierra de comunidades tradicionales.
SLC igualmente está enmarañada en acusaciones de acaparamiento de tierras en Capão. Si bien no es la dueña de propiedades allá, una parcela en Capão do Modesto conocida como Tabuleiro VII es la reserva legal para las fincas de algodón y de soya que la empresa arrienda más hacia el oeste.115
En Correntina, SLC arrienda un grupo de fincas identificadas como Paysandu.
Una parcela de tierra en Capão do Modesto conocida como Tabuleiro VII se utiliza como reserva legal para Paysandu.
El vínculo se confirma haciendo una referencia cruzada de los datos y mapas proporcionados por el Registro Ambiental Rural (CAR) y la agencia ambiental de Bahía (Inema) con títulos de propiedad emitidos por la oficina notarial de Correntina.
SLC niega que Tabuleiro VII está relacionada con sus fincas arrendadas.116 Sin embargo, la evidencia estudiada por Earthsight sugiere algo distinto. Haciendo una referencia cruzada de los datos y mapas proporcionados por el Registro Ambiental Rural de Brasil (CAR, por sus siglas en portugués)117 y la agencia ambiental de Bahía (Inema, por sus siglas en portugués),118 con los títulos de propiedad emitidos por la oficina notarialde Correntina,119 revela que Tabuleiro VII efectivamente es una reserva legal de por lo menos siete fincas arrendadas por SLC en el occidente de Bahía.120
La adquisición sospechosa de propiedades en Capão por grandes terratenientes y productores de algodón generó violencia y acoso contra la comunidad. “Me han atacado cuatro o cinco veces dentro de mi propia casa. Cuando un desconocido llega, sospecho que nos viene a eliminar”,121 afirma Antônio dos Santos Silva, de 49 años, el presidente de la asociación comunitaria de Capão do Modesto. Silva le dijo a Earthsight, que él está constantemente vigilado por hombres armados en motocicletas.
En febrero de 2017, Silva fue violentamente atacado en Correntina.122 Los agresores presuntamente eran vigilantes contratados por los terratenientes. Los y las residentes de Capão le contaron a Earthsight sobre episodios de intimidación, vigilancia, restricciones de su movilización y el robo de su ganado por pistoleros.
Por varios años, Silva y otros miembros de la comunidad han estado involucrados en una batalla legal complicada para reivindicar sus derechos a la tierra. En noviembre de 2017, los(as) terratenientes entablaron una demanda contra ocho residentes de Capão do Modesto por ‘recuperación’ de propiedad.123 Si bien en enero de 2018 la jueza Marlise Freire Alvarenga concluyó que los(as) terratenientes no podían probar que eran los(as) dueños(as) legítimos(as) de la tierra, en abril de ese mismo año ella se retractó y aceptó las reivindicaciones de los(as) terratenientes, que los y las residentes de Capão do Modesto habían destruido cercas y estaban pastando su ganado ilegalmente en sus reservas legales.124 Sin embargo, en junio de 2018 el Tribunal de Justicia de Bahía falló a favor de Capão, y enfatizó que los modos de vida colectivos de las comunidades tradicionales están perjudicados por la falta de acceso a sus tierras.125
La comunidad sufrió otro revés en junio de 2019, cuando una jueza del Tribunal de Justicia, Telma Britto, aceptó nuevas quejas interpuestas por los(as) terratenientes de que los y las residentes de Capão habían invadido sus reservas legales.126 En febrero de 2022, un nuevo fallo del juez Matheus Agenor Alves Santos revirtió la decisión concedida anteriormente por la jueza Marlise Freire Alvarenga, permitiendo así que la comunidad permaneciera en el área. El siguiente mes, dicho fallo fue suspendido por Britto, hasta que se pudiera oír un recurso.127 En abril de 2023, la jueza Britto de nuevo se alineó con los(as) terratenientes, y falló que el caso no estaba relacionado con un conflicto de tierra, sino con una invasión de propiedad privada realizada por un pequeño grupo de personas.128 La comunidad ha apelado, y el caso continúa en curso.
En paralelo a dicha batalla legal, en 2021 la agencia de tierras rurales de Bahía, CDA, creó una comisión especial para evaluar a quien pertenencian las 11.200 ha ocupadas por la comunidad. La conclusión fue que no pertenencian a los terratenientes. En marzo de 2022, CDA recomendó medidas legales contra los(as) terratenientes.129
En diciembre de 2022, el fiscal general de Bahía, Sisterolli Batista, finalmente asumió la causa y lanzó una demanda contra los(as) terratenientes.130 Él se refirió a Capão do Modesto como “uno de los casos de acaparamiento de tierra más serios de Bahía”, y solicitó la suspensión inmediata y la futura cancelación de todo título de propiedad que se sobrepone al Capão.131 El fiscal general señaló además el contexto de acciones violentas, amenazas, detenciones arbitrarias y cierre de los caminos tradicionales perpetrados contra la comunidad por los vigilantes armados contratados por los(as) terratenientes.132
En mayo de 2023, el juez de Correntina, Matheus Agenor Alves Santos, ordenó la imposición de un bloqueo de todo título de propiedad en Capão, y la suspensión de las demandas de los(as) terratenientes relacionadas al área.133
Si bien la decisión representa una victoria para la comunidad, sus problemas están lejos de acabarse. No queda claro si la demanda del fiscal general llevará a que los(as) terratenientes abandonen sus reivindicaciones a Capão do Modesto futuramente. Mientras tanto, Silva y sus compañeros(as) de Capão continúan viviendo con miedo del próximo paso de los(as) terratenientes, y vigilados(as) por los matones armados.
Pagando para librarse de sus problemas
Las revelaciones que salieron a la luz en 2019 representan otra ilustración del acaparamiento flagrante de tierra a gran escala que ocurre en el occidente de Bahía. Ese año, la Policía Federal divulgó la noticia impactante de que un vasto sistema de corrupción involucrando a docenas de comerciantes, abogados(as), jueces(zas), magistrados(as) y políticos(as) había operado en el estado a lo largo de varios años. Entre sus presuntos protagonistas fue el mismísimo Walter Horita.134
La investigación policial, conocida como Operação Faroeste (Operación Lejano Oeste), reveló la venta extendida – por grandes cantidades de dinero – de los fallos de tribunales relacionados con las disputas de tierra en Bahía. El nivel de evidencia o sospecha contra Walter Horita debe de haber sido suficientemente fuerte, para justificar la intervención de su teléfono, como parte de sus investigaciones.
Las transcripciones de las conversaciones telefónicas de Horita revelan sus aparentes intentos de influir en los actores judiciales y políticos en Salvador, la capital de Bahía, en relación con la demanda del fiscal general contra Estrondo o los(as) terratenientes con reservas en Capão do Modesto.135 En noviembre de 2019, la Policía Federal registró las oficinas y el hogar de Horita, y confiscó documentos.136
Según la querella que arrancó la Operación Lejano Oeste, entre 2013 y 2019, Horita supuestamente realizó transferencias bancarias que valieron una fortuna – por lo menos BRL7,5 miles de millones (US$1,5 miles de millones) – en violación de las normas de transparencia sobre los datos tanto del remitente, como del beneficiario.137, 138 La investigación reveló además que, entre marzo y julio de 2018, Horita aparentemente transfirió un total de BRL$6 millones (US$1,2 millones) a un funcionario de un tribunal.139
Las revelaciones, que han generado procesos judiciales penales y civiles en curso, resultaron en la suspensión de personajes clave dentro del poder judicial de Bahía, entre ellos, la jueza Marivalda Moutinho,140 quien trabajó en Formosa do Rio Preto, la cual fue descrita por la Oficina del Fiscal Federal como el “epicentro criminal” del plan de corrupción.141 En su oficina, los agentes de policía encontraron documentos con los nombres de Walter Horita y Estrondo escritos a mano al lado de la suma de BRL670.000 (US$137.000).142 La jueza supuestamente había actuado con el apoyo de un asistente, quien está acusado de haber negociado los montos pagados por Horita y otros productores de mercancía a los(as) jueces(zas) implicados(as).143
En 2021, los medios brasileños informaron que Horita había ofrecido colaborar con la investigación, bajo una sentencia de conformidad, y firmó un acuerdo extrajudicial con el fiscal general federal.144 Horita supuestamente pagó BRL20 millones (US$4 millones), como parte del acuerdo.145
En comentarios enviados a Earthsight, el Grupo Horita afirma que Walter Horita no ha sido acusado por la Oficina del Fiscal enel Tribunal Superior de Justicia. La empresa “vehementemente niega” que Horita haya negociado un acuerdo de culpabilidad ,146 y declara que la empresa nunca ha tenido ningún trato con la jueza Moutinho. Según el Grupo Horita, las auditorías independientes confirman que Walter Horita nunca ha transferido dinero de manera que viola las normas de transparencia.147
Mientras tanto, los agronegocios han continuado a desmontar vastas franjas del Cerrado nativo en las tierras públicas del occidente de Bahía, para servir los mercados de algodón y de granos en el extranjero. La devastación, ha ocurrido con la complicidad del estado. Estrondo, el Grupo Horita y SLC Agrícola tienen sus propias historias turbias de deforestación, como veremos en el próximo capítulo.
Capítulo 3:
Crímenes contra el Cerrado
“Antes teníamos miedo de caimanes, cuando nadábamos en los ríos. Hoy en día hasta las lagartijas desaparecieron”
Marcos Rogério Beltrão dos Santos
Ecologista local, en alusión a los impactos de la deforestación en el oeste de Bahía.
El Cerrado alberga 5% de las especies mundiales y un tercio de la biodiversidad de Brasil.149 Juega un papel imprescindible en reabastecer varios ríos brasileños y sudamericanos.150
Los miembros de las comunidades tradicionales a través del occidente de Bahía, incluyendo los geraizeiros, recuerdan con cariño los días cuando había una abundancia de tucum, pequi, hierba dorada y coco. Podían cazar y pescar. Durante varias generaciones, el Cerrado les proporcionó alimentos, agua segura, albergue y medicinas naturales.
Todo esto cambió dramáticamente. El bioma ha perdido más de la mitad de su vegetación nativa a la agricultura de gran escala en las últimas décadas.151 Desde 1985, solo Bahía ha perdido casi una cuarta parte de sus 9 millones de hectáreas originales del Cerrado.152 El impacto climático ha sido enorme: el desmonte de la vegetación del Cerrado para la producción agrícola genera la misma cantidad de carbono por año que las emisiones anuales producidas por 50 millones de coches. 153
El Cerrado está en riesgo de perder más de 1.100 especies para 2050, si la expansión de los agronegocios continúa a su ritmo actual.154 Varias especies de fauna (el lobo de crin, la columbina ojiazul) y de flora (la palma jussara, brasiliana, canelinha) están en peligro de extinción, debido a la pérdida de su hábitat – una realidad enfrentada por casi una quinta parte de las especies del bioma.155 El armadillo gigante ha perdido más del 50% de su hábitat natural en el Cerrado.156
Las actividades tradicionales de las comunidades locales han sido severamente dificultadas, debido a la intrusión de plantaciones, el colapso de la biodiversidad, la sobreexplotación del agua y la contaminación de pesticidas. Las chapadas (altiplanos), que una vez abundaban en ñandús, siriemas, lechucitas vizcacheras, pecaríes de labios blancos y hasta jaguares, hoy en día están vacías.157
Los(as) residentes(as) le mostraron a Earthsight lechos de ríos secos y manantiales perdidos. Se espera que los principales ríos del Cerrado sufrirán una disminución en un 34% del nivel de sus caudales – equivalente en volumen a ocho ríos Nilo – hasta el 2050, debido en su mayoría a la deforestación y la sobreexplotación.158 Investigadores de Earthsight manejaron en caminos locales que se están desplomando, debido a que el acuífero Urucuia, el más grande de Brasil, se está explotando de manera no sustentable para utilizar el agua para el riego.
El algodón, en particular, es un cultivo notoriamente sediente. Se calcula que se requieren 10.000 litros de agua para producir un kilogramo de fibra de algodón, y que se requiere alrededor de 2.700 litros de agua para confeccionar una camiseta de algodón.159 Los agronegocios en el occidente de Bahía extraen casi dos miles de millones de litros de agua cada día – lo suficiente para suministrar a 12 millones de personas – casi gratis.160
Dichos negocios lo reembolsan vertiendo 600 millones de litros de pesticidas en el Cerrado cada año.161 El algodón utiliza un porcentaje muchísimo más alto de pesticidas clasificados como altamente peligrosos que cualquier otro cultivo agrícola.162 Debido a que los pesticidas son un factor importante de las emisiones de gases de efecto invernadero de los cultivos, su uso excesivo en la producción del algodón significa además que la mercancía en sí tiene una huella de carbono extremadamente grande, en comparación con otras mercancías.163
De hecho, la producción de textiles emite más CO₂e (el equivalente de CO₂) anualmente que los vuelos internacionales y el transporte marítimo combinados.164 Alrededor del 70% de esto, proviene de la producción de materias primas, incluyendo el algodón.165 Algunos cálculos afirman que la industria mundial de prendas tiene una huella de carbono semejante a la de todos los Estados Miembros de la UE combinados.166 Otros dicen que, si la industria de la moda fuese un país, sería el sexto más grande emisor de gases de efecto invernadero del mundo.167
Estrondo: una larga historia de ilegalidades
Más allá de los valles bajos codiciados por los agronegocios para utilizar como reservas legales, los bosques que alguna vez abundaban las chapadas de Estrondo han sido reemplazados por los monocultivos de algodón y de soya, hasta donde alcanza la vista. Uno puede manejar por una hora a través de las chapadas de Estrondo, y ver nada más que vastas plantaciones ocasionalmente salpicadas de silos o de edificios de oficinas. El olor de los pesticidas, a menudo está en el aire.
Estrondo tiene una historia larga y preocupante de deforestación ilegal a larga escala.168 Desde 2004, dos de las compañías que manejan Estrondo, CMOB y Delfin Rio, han sido multadas un total de BRL125 millones (US$26 millones) por Ibama, la agencia ambiental brasileña, incluso para el desmonte no autorizado de 60.000 hectáreas (ha).169 En la década de los 2000, la agencia prohibió el comercio con 45.000 ha de la hacienda, debido a la deforestación, basada en permisos caducados.170 Un embargo es una medida punitiva utilizada por Ibama para desconectar a una parcela de tierra de más explotación comercial y dejar que se regenere. Los(as) terratenientes están prohibidos(as) cultivar cosechas o criar ganado en un área embargada. Los embargos están entre las herramientas más importantes para aplicar la ley que tiene Ibama, y se utilizan extensivamente a través de Brasil.
Hasta el 2007, más de la mitad del área actual de Estrondo había sido deforestada. La destrucción alcanzó la increíble cantidad de 167.000 ha, un área más grande que Londres, con parte de las reservas legales de las fincas ilícitamente degradadas.171 Se calcula que, bajo una posible demanda civil, Estrondo tendría que pagar más de BRL200 millones (US$40 millones) al estado de Bahía por daños y perjuicios ambientales.172
El propio Ibama ha sido arrastrado hacia la conducta turbia de los terratenientes de Estrondo. En 2003, tres agentes de Ibama en Bahía occidental fueron acusados de haber emitido permisos fraudulentos a Estrondo para desmontar 49.000 ha.173 Eventualmente fueron suspendidos y demandados por corrupción en un caso legal que además enmarañó las tres empresas que manejan Estrondo.174 Un informe de Ibama de 2008 halló que por lo menos 38.000 ha de dicha área habían sido desmontadas.175
Estrondo y sus terratenientes no son los únicos culpables de la destrucción a gran escala de tierras que nunca deberían de haberse convertido en fincas desde un principio. Inema, la agencia ambiental de Bahía, también ha echado una mano.176
El fiscal Eduardo Antônio Bittencourt Filho no evita criticar el comportamiento de la agencia: “El problema ambiental más grade de Bahía son los propios permisos de deforestación”.177 La pérdida reciente de decenas de miles de hectáreas de vegetación prístina en Estrondo lo confirma.
En 2019, Inema inexplicablemente autorizó a Delfin Rio a desmontar 24.700 ha de vegetación nativa en la sección occidental de Estrondo.178 ONGs y la Fiscalía del Estado de Bahía argumentaron que era ilegal, debido a, entre otras cosas, la demanda en curso contra Estrondo por el acaparamiento de tierra entablada por el Fiscal General.179
En 2021, Inema notificó tardíamente a Delfin Rio que debería solicitar el consentimiento de la agencia de tierras rurales de Bahía, CDA, antes de desmontar el terreno, debido a los problemas legales de Estrondo. Como era de esperarse, esto fue a buenas horas mangas verdes.180 Entre finales de 2021 y principios de 2022, Delfin Rio deforestó todas las 24.700 ha que habían sido ilegalmente autorizadas.181 Estrondo le dijo a Earthsight que opera con los permisos ambientales necesarios.
El Grupo Horita: su verdadera huella ambiental está envuelta en el secreto
Earthsight no pudo determinar si alguno de los casos de deforestación ilícita relacionados con Estrondo y detallados arriba involucraba al Grupo Horita, el agronegocio más grande del estado. Sin embargo, la empresa absolutamente es culpable de por lo menos algunas infracciones allá.
En 2008, Ibama embargó una finca de 900 ha llamada Lote 16, una decisión que sigue vigente.182 En aquel entonces, dicha finca no pertenecía al Grupo Horita, el cual la compró en 2014. Según la ley, las áreas embargadas no deben ser utilizadas para cultivos, sino dejadas para que se regeneren. Para averiguar si la empresa estaba cumpliendo con dicho requisito, Earthsight analizó más de 100 imágenes satelitales disponibles en Global Forest Watch para el periodo 2015-2023, especialmente las semanas entre finales de mayo y finales de agosto, cuando la mayoría de la cosecha transcurre, y el algodón es fácilmente visible, pues las bellotas blancas se encuentran plenamente abiertas. El análisis revela que el Grupo Horita cultivó algodón en el área embargada del Lote 16 en por lo menos cuatro años (2017, 2018, 2021 y 2023) desde que compró la propiedad, así violando el embargo.
En agosto de 2014, Inema descubrió 25.153 ha de deforestación ilegal en las fincas arrendadas por el Grupo Horita en Estrondo, las cuales se encontraban dentro de las 49.000 ha que habían sido ilegalmente autorizadas por los agentes de Ibama varios años antes.183 En 2020, Inema indicó que no podía localizar los permisos para 11.700 ha de deforestación que había transcurrido entre 2010 y 2018 en fincas operadas por el grupo en Estrondo.184
De hecho, a pesar de sus pesquisas exhaustivas y solicitudes realizadas bajo la ley de libertad de información ignoradas por Inema, Earthsight encontró casi ningún permiso de deforestación, conocidos como ASVs, emitido al Grupo Horita y a sus empresas afiliadas.185 Esto indica que dichos permisos, donde sea que existen, podrán haber sido solicitados y emitidos bajo los nombres de terceras partes.186 Sin los permisos, no es posible evaluar su legalidad, o si el Grupo Horita ha cumplido con sus términos. Esto es un gran punto ciego, pues las investigaciones indican que Inema ha emitido en repetidas veces ASVs irregulares, a lo largo de la última década y media.187
Entre 2002 y 2019, los(as) dueños(as) del Grupo Horita fueron multados(as) casi BRL22 millones ($4,5 millones) por Ibama, debido a las violaciones ambientales en Bahía occidental.188 Cuando Earthsight le preguntó al Grupo Horita sobre dichas multas (las cuales son dirigidas a individuos específicos, no al grupo corporativo, como comúnmente es el caso en Brasil),189 la empresa afirmó que “prácticamente todas las multas [. . .] han sido decretadas no corroboradas”. No clarificó a cuáles multas se refería. El análisis de Earthsight de la base de datos pública de Ibama revela que por lo menos dos tercios de las multas siguen vigentes, o fueron pagadas, confirmando su validez.190
Fuera de Estrondo, la finca Timbauba de la empresa, en la municipalidad de Luis Eduardo Magalhães, ha sido el blanco de no uno, sino dos embargos de Ibama. Ambos fueron impuestos en abril de 2018 en las dos pistas de la finca utilizadas para la fumigación aérea con pesticidas y otros agroquímicos, indicando irregularidades en dicha práctica.191 Los datos de vuelo analizados por Earthsight muestran por lo menos 10 aterrizajes y despegues de dichas pistas entre mayo de 2021 y julio de 2023,192 en violación de los embargos. Timbauba, una finca de 16.000 ha, es una de las propiedades de la empresa que cultiva el algodón.
En comentarios enviados a Earthsight, el Grupo Horita reconoció dichos dos embargos, sin embargo argumentó que el uso de las pistas había sido legal. Indicó un permiso ambiental que recibió para una de ellas en agosto de 2024 – no queda claro quién emitió dicho permiso – y su expectativa que otro permiso sería emitido para la segunda pista por la autoridad municipal en cualquier momento. La empresa no explicó cómo dichos permisos le autorizaron retroactivamente a utilizar las pistas embargadas.
Los casos, destacados arriba, ilustran un historial de infracciones ambientales, la falta de respeto para el derecho y la destrucción de la vegetación del Cerrado. En función de nuestros análisis de las fincas pasadas y presentes de Horita en el occidente de Bahía – incluyendo las propiedades arrendadas por o de la cual es dueño el grupo – Earthsight calcula que la empresa ha desmontado por lo menos 30.000 ha de vegetación nativa a lo largo de los últimos 20 años.193 Este es un cálculo conservador. Es más probable que el grupo sea responsable de 50.000 o hasta 60.000 ha de deforestación de vegetación nativa del Cerrado en Bahía occidental en el transcurso de esta sigla.194
La dificultad de evaluar precisamente los vínculos del grupo a la deforestación radica en las maneras complejas en que ha adquirido, arrendado o vendido una miríada de propiedades a lo largo de las décadas. El registro de los títulos de propiedad en Bahía es increíblemente turbio y difícil de rastrear, debido al uso generalizado de testaferros y de otros métodos manipuladores, comúnmente empleados por los agronegocios, como se demuestra claramente por los casos de acaparamiento de tierra descritos arriba.195
Es notable que, si bien el propio Grupo Horita admite que ha tenido cultivos a gran escala en Bahía occidental desde mediados de los años 1980,196 los 104 archivos de títulos de propiedad relacionados con la empresa identificados y analizados por Earthsight indican que Horita solo adquirió su primera finca en la región en 1999, con la mayoría de los registros fechados a partir de 2004.197 A pesar de las búsquedas exhaustivas que realizamos de los archivos de propiedades y de datos notariales, Earthsight no pudo identificar los títulos de propiedad para más de 30 de las aparentes propiedades en Bahía occidental. Es más, solo alrededor de un tercio de los títulos de propiedad que analizamos contenían las fechas en que fueron adquiridas las propiedades.
Es imposible determinar cuánta deforestación en las fincas de Horita fue legal, sin embargo es fácil entender que ninguna deforestación es sostenible para la conservación a largo plazo del Cerrado y de su biodiversidad, o de los sustentos de las comunidades tradicionales. El Grupo Horita dice que no tiene ni una sola hectárea en contravención de la legislación ambiental. Afirma que ha probado la legalidad de sus actividades, en relación con toda sanción impuesta por las agencias ambientales. Sin embargo, el historial público discutido arriba en relación con las multas y los embargos muestra que la empresa tiene una larga historia de violar la ley. Dicha evidencia es difícil de descartar.
SLC: cuando la deforestación cuesta tanto como una “multa de tránsito”
De manera similar, SLC Agrícola tiene un historial notable de deforestación en el occidente de Bahía. La empresa ha sido nombrada como uno de los principales deforestadores en el Cerrado.198 Las fincas de SLC- Piratini, Palmares y Parceiro-, las cuales cultivan algodón, perdieron por lo menos 40.000 ha de la vegetación nativa del Cerrado a lo largo de los últimos 12 años.199 Aunque SLC le dijo a Earthsight que no ha desmontado ningún área desde 2020, y que adoptó una política de cero deforestación en 2021, bajo la cual se comprometió a no convertir ninguna vegetación nativa en cultivos, un informe publicado por Aidenvironment revela que la empresa desmontó 1.365 ha de la vegetación nativa de su finca Palmares en septiembre de 2022. Alrededor de la mitad de dicha pérdida (700 ha) fue registrada en las reservas legales de la finca.200
La imágenes satelitales analizadas por Earthsight revelan un patrón de incendios y pérdida forestales dentro de áreas zonificadas para la conservación dentro de las fincas de algodón de SLC,201 casi cada año entre 2012 y 2023.202 Un grupo de propiedades de SLC en Formosa do Rio Preto, conocido como Parceiro, donde se cultiva el algodón, perdió aproximadamente 1.000 ha de reservas legales y otras áreas protegidas debido a los incendios forestales y a la deforestación entre 2014 y 2021.203
Repetidos incidentes de pérdidas de vegetación en estas áreas enfáticamente indican violaciones de las leyes ambientales que obligan a empresas a preservar sus reservas legales y otros tipos de áreas protegidas.204, 205 SLC Agrícola le dijo a Earthsight que los incendios forestales no fueron causados por la empresa, sino que fueron el resultado de procesos naturales.206
Ibama ha multado la empresa más de BRL1,2 millones (US$250.000) desde 2008 por violaciones ambientales cometidas en sus fincas algodoneras en Bahía occidental.207 Sin embargo, esto no parece molestar algunos de los accionistas de SLC. La empresa tiene varios inversionistas extranjeros, incluyendo Odey Asset Management, propiedad de Crispin Odey, uno de los financiadores más grandes de la campaña de Brexit en el Reino Unido. El inversionista británico ha afirmado que las infracciones ambientales de SLC Agrícola le ha costado tanto como una “multa de tránsito”.208 SLC dijo que ha apelado contra toda multa de Ibama, y está esperando los fallos finales.
Marcas mundiales no actúan
La destrucción del Cerrado a escala industrial – muchas veces posibilitada por la complicidad del Estado, pero otras veces totalmente ilegal – ocurrió por un motivo. Las mercancías cultivadas en esta tierra encuentran fácil acceso a los mercados rentables y entusiastas en el extranjero.209 El algodón es un excelente ejemplo. Los grandes productores en el occidente de Bahía han acumulado tierra, riqueza y poder político, gracias en parte al auge de exportaciones del algodón en bruto brasileño en las últimas décadas.210
Como veremos, grandes empresas europeas de venta al menudeo están ayudando a echar leña a esta destrucción, con su hambre insaciable de algodón. Los(as) consumidores(as) probablemente no son conscientes de cómo su vestimenta, toallas y sábanas contribuyen a la miseria infligida en las comunidades locales y en la vida silvestre del Cerrado brasileño. Sin embargo, las cadenas de suministro ocultas que transportan el algodón de Horita y de SLC hasta las manos de los(as) compradores(as) en Europa, pueden ser sacadas a la luz. Revelan una verdad dramática sobre el fracaso de las marcas europeas a la hora de comprender plenamente y abordar sus vínculos con el algodón sucio brasileño.
Capítulo 4:
La conexión occidental
Rastreando los hilos a minoristas de moda más grandes del mundo
Para el presente informe, Earthsight consiguió y meticulosamente analizó miles de registros de exportaciones, y además información proporcionada por los fabricantes asiáticos de textiles,211 las listas de proveedores publicadas por los grandes minoristas y marcas de moda occidentales212 y otras fuentes.213 Nuestros investigadores además fueron de encubiertos en la segunda feria comercial de agronegocios más grande de Brasil, y en ferias textiles en Europa, haciéndose pasar por inversionistas extranjeros.214 La investigación reveló una realidad descarnada: el algodón manchado por la deforestación, el acaparamiento de tierra y la violencia contra comunidades tradicionales que habíamos documentado en Bahía acaba en las cadenas de suministro de las minoristas de moda más grandes del mundo: Zara y H&M.215
Utilizando los registros de exportaciones disponibles, Earthsight rastreó 816.000 toneladas de exportaciones directas de algodón de los dos productores de algodón controvertidos en Bahía en el centro del presente informe, el Grupo Horita y SLC Agrícola, a los mercados extranjeros entre 2014 y 2023.216, 217 Otros datos sugieren que el total verdadero de las exportaciones de dichas dos empresas durante ese periodo fue mucho más de 1,5 millones de toneladas, con la diferencia entre las cifras siendo exportada por intermediarios. Por ejemplo, SLC afirmó ser responsable del 11% de las exportaciones de Brasil en 2019-2020 – sugiriendo una exportación total de la región de 228.000 toneladas. Sin embargo, solo logramos rastrear 80.320 toneladas para ese año.
Hallamos que China, Vietnam, Indonesia, Turquía, Bangladesh y Pakistán son los destinos principales de las exportaciones de SLC y Horita.218 Una gran parte de las exportaciones identificables por ser de SLC u Horita fueron enviados a intermediarios – negociantes de materias primas, o empresas que solo producen hilo, pero no productos acabados – o a países (como China) donde los archivos de exportación de envíos no están disponibles. Ambas cosas llevaron a nuestra investigación a callejones sin salida. En aquellos casos en que logramos rastrear el algodón manchado a los fabricantes de vestimenta en Asia, que luego es enviado a los mercados finales, sin embargo, una y otra vez encontramos que aquellas firmas asiáticas estaban suministrando los productos de algodón acabados a numerosos minoristas occidentales bien conocidos – incluyendo millones de artículos a Zara y H&M.219, 220
Zara tiene su sede en España y es propiedad del Inditex Group, el cual además es dueño de las marcas de moda Pull&Bear, Bershka, Massimo Dutti, Stradivarius y Zara Home.221 Inditex y H&M, una empresa sueca, son los grupos comerciales de moda más grandes del mundo, con ganancias combinadas de alrededor de US$41 miles de millones en 2022.222, 223 Se encuentran en casi toda parte, desde Latinoamérica hasta EEUU y Europa. Son los líderes del sector de moda rápida: H&M tiene 4.399 tiendas alrededor del mundo, mientras que Zara y otras marcas de Inditex tienen 5.815.224, 225
El crecimiento de la ‘moda rápida’ en las últimas décadas ha sido altamente controvertido, debido a su enorme huella ambiental y derroches.226 Dependiendo de los precios bajos, los grandes volúmenes de venta y la producción masiva, este modelo comercial duplica los estilos de los desfiles de moda, y los produce a precios más baratos. Las colecciones nuevas producidas cada pocas semanas mantienen a los(as) compradores(as) enganchados(as). H&M ofrece hasta 16 colecciones de vestimenta cada año, mientras que Zara provee 24.227 Dichos minoristas mundiales gigantes están entre los consumidores más grandes de algodón a nivel mundial.
Identificamos ocho fabricantes asiáticos de ropa que utilizan el algodón de Horita y SLC, mientras a la vez suministrando prendas de algodón acabadas a uno o ambos de los minoristas grandes.228
Nuestro análisis reveló que el cliente más grande del algodón manchado en los últimos años ha sido una firma indonesia PT Kahatex. A lo largo de la última década, Kahatex ha sido uno de los cinco consumidores más grandes de algodón brasileño del mundo.229 Brasil es la fuente más grande de algodón para la industria indonesia de prendas, en la cual Kahatex es un actor dominante.230 Casi un tercio del algodón utilizado por la firma es importado de Brasil.231 Entre 2015 y 2023, hallamos que esto incluyó por lo menos 15.000 toneladas de algodón de Horita y SLC en Bahía.232 Los datos muestran que Horita y SLC están suministrando por lo menos el 4%, y posiblemente hasta el 29%, de toda importación mundial de Kahatex de algodón en bruto.233
Los registros delas exportaciones de prendas de Indonesia, a su vez, revelan que H&M es el segundo más grande cliente de Kahatex, representando el 29% de las exportaciones de vestimenta de la firma indonesia.234 Descubrimos que las tiendas de H&M en la UE importaron 74 millones de pares de calcetines de algodón fabricados por Kahatex entre octubre de 2020 y septiembre de 2021, incluyendo 16 millones para Alemania.235 H&M además importó a la UE 1.041.113 sudaderas con capucha, 699.809 pares de shorts y 654.401 pares de pantalones de Kahatex.236 Las tiendas de H&M en EEUU recibieron 7,9 millones de pares de calcetines de Kahatex, y aquellos en el Reino Unido ascendieron a 3,9 millones.237 Basado en el promedio de los precios minoristas de los productos relevantes en el Reino Unido en octubre de 2023, H&M está vendiendo £366 millones de prendas de algodón producidas por Kahatex cada año (€419 millones; US$444 millones).238
Incrustada en las páginas web de distintos productos vendidas por H&M, se encuentra información sobre el fabricante de cada uno. Raspando dichos datos, logramos confirmar que entre los muchos productos fabricados por Kahatex y vendidos en las tiendas de H&M en varios países239 se encuentran sus paquetes de 10 calcetines de algodón simples para hombres altamente promovidos.240 Kahatex además es un suministrador listado de la sudadera de corte relajado.241
Otro fabricante asiático, actuando como un conducto para los bienes manchados, es el Jamuna Group, uno de los conglomerados industriales más grandes de Bangladesh.242 Casi dos tercios de la vestimenta de Jamuna se exportan a las empresas del grupo Inditex.243 Desde por lo menos 2018, la empresa ha producido jeans y otras prendas de mezclilla para Zara, Bershka y Pull&Bear, las cuales entran a Europa a través de España y de los Países Bajos.244 Los registros de exportación para Zara, declaran a Inditex como el importador; los registro de exportación para las otras dos marcas, los identifican específicamente. Entre 2017 y 2023, el Grupo Jamuna directamente importó por lo menos 7.010 toneladas de algodón producido por SLC y Horita en Bahía occidental.245 SLC y Horita suministraron entre el 4% y el 14% de todas las importaciones mundiales de Jamuna de algodón en bruto en 2023.246
En el año hasta agosto de 2023, mientras tanto, nuestras investigaciones revelan que las tiendas de Zara en Europa tuvieron ventas de €235 millones de jeans y de otras prendas de mezclilla, las cuales están hechas de algodón, fabricadas por Jamuna en Bangladesh – aproximadamente 21.500 pares por día.247 A diferencia de H&M, Zara no identifica los fabricantes de productos individuales en su página web, pero sí incluye el país de fabricación. Aun así, donde la página web confirma que ciertos productos son fabricados en Bangladesh, es posible utilizar los registros de exportación más amplios de Bangladesh, y las descripciones de productos allí dentro, para identificar productos específicos fabricados por Jamuna y vendidos por Zara. Esto incluye los altamente promocionados jeans estilo ‘cropped slim fit’ [corte ajustado y cortado] para hombres,248 los cuales además se venden al público al precio de ganga de €29.95.249, 250
Un volumen aún más grande de algodón en bruto (por lo menos 15.600 toneladas entre 2015 y 2023 de SLC y de Horita en Brasil) fue importado por otra firma bangladesí, Noman Group, la cual suministra tanto a Zara Home como a H&M.251
Cinco fabricantes textiles en Pakistán que suministran a H&M y a Zara, además han importado miles de toneladas de algodón cosechado en Bahía occidental por Horita y SLC.252 En ferias textiles comerciales en Fráncfort y París en enero y febrero de 2023, los(as) investigadores(as) encubiertos(as) de Earthsight hablaron con representantes de dichas empresas, quienes confirmaron que suministran a las dos grandes cadenas minoristas.
En aquellos casos en que los calcetines de hombre más básicos de algodón no fueron fabricados por Kahatex, nuestras investigaciones revelaron que probablemente fueron fabricados por otro cliente de SLC/Horita, la firma paquistaní Interloop.253 Uno(a) de sus directores(as) le informó a los(as) investigadores(as) encubiertos(as) de Earthsight, que el grupo sueco es el cliente más grande de Interloop.254 Los registros de exportación confirman que Interloop envió unos 30 millones de pares de calcetines de algodón a H&M en 2023, con los destinos más grandes siendo tiendas en Alemania, Suecia, EEUU, Bélgica, España, el Reino Unido, Italia y los Países Bajos. Envió 350.000 pares de jeans de mujer a Inditex ese mismo año.255 Según los registros de importaciones de Pakistán, entre el 19% y el 42% de todas las importaciones de Interloop de algodón en bruto a nivel mundial, provinieron de SLC o de Horita en Brasil.256
En comentarios enviados a Earthsight, Inditex confirmó que si bien la empresa obtiene productos acabados de los fabricantes asiáticos identificados en esta investigación, “según la información de los suministradores”, dichas firmas no compran el algodón directamente de ningún productor brasileño. La empresa no proporcionó ninguna evidencia para fundamentar dicha afirmación, la cual va en contra de las pruebas contundentes obtenidas por Earthsight: los registros de exportación para todos y cada uno de los contenedores de embarque, con códigos numéricos individuales, mostrando el número de fardos de algodón en cada uno, el nombre del proveedor y la identidad del cliente.
De manera semejante, Interloop también negó haber directamente importado el algodón de SLC o de Grupo Horita. Kahatex simplemente afirmó que compra el algodón de “firmas comerciales mundiales de mercancías”.257 Ambas empresas destacaron unos cuantos sistemas de certificación de algodón de los cuales dependen, como prueba de legalidad y de sustentabilidad. El Jamuna Group y el Noman Group no respondieron a las solicitudes de Earthsight de comentarios.
Por otro lado, H&M, no negó los vínculos comerciales con sus proveedores en Asia y con el Grupo Horita y SLC (lo cual mina la afirmación de Inditex, pues H&M e Inditex comparten varios de dichos proveedores). En vez de eso, la empresa enfatizó que tiene un “compromiso de larga data de conseguir materias primas responsablemente [...] mientras a la vez apoyando comunidades y ecosistemas locales”.
Lanzamiento de la investigación
¿Cómo terminaron estos grandes minoristas con cadenas de suministro manchados con algodón brasileño vinculado a la deforestación y al acaparamiento de tierra? Parte de la respuesta radica en el hecho que sus políticas éticas están llenas de agujeros.258 Pero aún más importante es que el sistema de cadena de suministro en que ellos dependen tiene fallos fundamentales.
Cuando se trata de asegurar que su algodón se consigue éticamente, ambas empresas dependen de la utilización de algodón suministrado por agricultores(as) certificados(as) por Better Cotton [Mejor Algodón] (BC), el sistema más conocido a nivel mundial de certificación del algodón. Todo el algodón de H&M ya está certificado por Better Cotton (o, en un grado mucho menor, certificado como orgánico).259 Más del 90% del algodón de Inditex ya era BC (81%), reciclado (6%) u orgánico (4%) en 2022.260 La empresa esperaba alcanzar el 100% BC o algodón orgánico en 2023.261 H&M es uno de los miembros fundadores de Better Cotton, y hasta recientemente estaba representada en su consejo de gobierno.262 Las dos firmas son con creces los dos usuarios más grandes del algodón certificado por BC en el mundo; Inditex por sí sola consumió 205.000 toneladas del producto en 2022.263
En respuesta a los hallazgos de Earthsight, antes de su publicación, Inditex dijo que el acaparamiento de tierra y la deforestación “no deben ser permitidos bajo ninguna circunstancia”, y destacó los requisitos de Better Cotton sobre el respeto porlos derechos de los pueblos indígenas y de las comunidades locales.
A lo largo de los años, la marca de Better Cotton se ha convertido en un símbolo de preocupación para el medio ambiente. Anteriormente conocida como la Better Cotton Initiative (BCI, por sus siglas en inglés), el sistema fue creado en Suiza hace casi 20 años. Los auditores del sistema deben verificar el cumplimiento de los requisitos mínimos, en cuanto a las condiciones laborales en las fincas y fábricas, y además la protección ambiental durante la producción del algodón, incluyendo la reducción del uso del agua y de los pesticidas, y la protección del suelo y de la biodiversidad.264
En Brasil, el programa Algodón Responsable Brasileño (ABR, por sus siglas en portugués), operado por la Asociación Brasileña de Productores de Algodón (Abrapa, por sus siglas en portugués), funciona bajo un acuerdo comparativo de mercado con Better Cotton. En efecto, esto significa que se les otorga a los(as) productores(as) brasileños(as) de algodón Better Cotton y la ABR de Abrapa como una sola certificación.265
Brasil produce la cantidad más grande del mundo de fibra certificada por Better Cotton. El país representa el 42% del volumen certificado a nivel mundial, con más de dos millones de toneladas en 2022.266
Sin embargo, hay un problema bastante flagrante en todo esto: el algodón que logramos vincular con los abusos de los derechos a la tierra y ambientales en Bahía fue certificado bajo Better Cotton. El sistema obviamente fracasó en prevenir que dicho algodón llegara a manos de los(as) consumidores(as) afectados(as). Las partes involucradas no están de acuerdo en la cantidad exacta del algodón en cuestión que está certificada. Horita y SLC afirman que toda su producción está certificada267; Better Cotton nos dijo que las firmas tienen solamente tres fincas certificadas en la actualidad, pero Abrapa dice que 14 de las fincas de dichas firmas en Bahía están certificadas.268 Sin lugar a dudas, varias de las fincas están certificadas. Los algodonales vinculados a Capão do Modesto, donde documentamos ofensas, por ejemplo, y la finca Centúria de Horita en Estrondo, están certificadas, según todas las partes.269
Este estado de confusión quizás no debería ser sorprendente, ya que se ha demostrado repetidamente que Better Cotton tiene graves deficiencias. De hecho, el sistema de certificación ha sido asolado por acusaciones de lavado verde y criticado por no permitir la plena trazabilidad de las cadenas de suministro ni abordar las violaciones de derechos humanos.270, 271 Los análisis anteriores indican que la etiqueta no puede ser vista como una garantía de responsabilidad ni ambiental ni social.272
H&M e Inditex declararon que habían compartido los hallazgos de Earthsight con Better Cotton, el cual había lanzado una investigación como resultado. Better Cotton dijo que le había solicitado a Abrapa que investigara nuestros hallazgos, debido a que las fincas en cuestión habían sido certificadas por la asociación brasileña. Afirmó que los hallazgos iniciales que le había presentado Abrapa, “no habían identificado ningún problema con una falta de cumplimiento”. Ninguna prueba fue proporcionada, para fundamentar dicha conclusión.
Aun así, Better Cotton indicó que había “concluido que se requiere más investigación para poder entender mejor los riesgos presentes en la región, y lo que podrían significar para la implementación creíble de los estándares”. Por consiguiente, dijo que “contactará un auditor independiente para realizar visitas de verificación más avanzadas, enfocadas en las áreas de riesgo destacados en el informe”, con el objetivo de terminar una evaluación dentro de 12 semanas.
La marca declaró que si se llegaran a encontrar pruebas de una falta de cumplimiento con sus requisitos, las autorizaciones del Grupo Horita y de SLC Agrícola “serán revocadas”. Admitió que investigaciones como la nuestra, “pueden destacar áreas en que posiblemente no se alcancen plenamente los objetivos trazados en los estándares de Better Cotton”.
¿'Better’ cotton?
Hay una razón sencilla, por la cual la investigación inicial de Abrapa puede no haber llegado a nada: el problema no fue la falta de cumplimiento, sino los estándares en sí.
De los siete principios que Better Cotton actualmente requiere que las empresas que cultivan el algodón cumplan, solo uno tiene que ver con la conservación del bioma o con las comunidades locales.273 Si bien el Principio 4 está relacionado con la biodiversidad y el uso de la tierra, su relevancia a los asuntos vistos en Bahía está seriamente limitada.274
Better Cotton requiere que, al convertir la vegetación nativa en producción algodonera, las fincas certificadas sigan un proceso diseñado para proteger los “altos valores de conservación” (HCV, por sus siglas en inglés).275 Un elemento de eso, incluye un requisito de consultar con y obtener el consentimiento libre, previo e informado (CLPI) de las comunidades locales que serán afectadas. Sin embargo, no hay ningún requisito que los productores demuestren que poseen derechos legales a la tierra bajo cultivo: es decir, que la tierra no fue acaparada. No hay ninguna prohibición del cultivo de algodón BC en tierra en la cual se ha talado ilegalmente el bosque antes de ser certificada, y por lo tanto, no se realizan verificaciones para determinar si ese podría ser el caso. De hecho, los estándares no incluyen ningún requisito que las fincas individuales certificadas cumplan con las leyes relevantes en materia de derechos a la tierra o de protección ambiental.
Aún los requisitos limitados que existen son de valor dudoso, pues el sistema de cumplimiento está lleno de agujeros. La lista de control de Better Cotton para evaluar fincas grandes (su lista más estricta, debido a que los(as) pequeños(as) agricultores(as) tienen un sistema más simplificado) no cuenta con ningún indicador específico relacionado con el CLPI.276 Simplemente se les recomienda a los auditores, que le pregunten a la empresa en cuestión si ha seguido los requisitos de la norma de HCV.277 Se da por sentado que si no lo han hecho, simplemente lo admitirán. Si bien los miembros de Better Cotton – incluyendo Horita y SLC – están obligados a firmar un “Código de Práctica” general, el cual incluye una promesa de “cumplir con todo requisito legal relevante”,278 no existe ningún mecanismo para verificar su cumplimiento. De nuevo, el sistema simplemente supone que las empresas algodoneras no mentirían.
Un resultado de dichos defectos es que es fácil para las empresas con muchas fincas simplemente certificar solamente las buenas, o quitarlas del sistema mientras se realiza la conversión, y luego volver a certificarlas.
Más ampliamente, el sistema de Better Cotton se ve impactado por profundos conflictos de interés, especialmente en Brasil. Abrapa – una asociación de productores que existe para defender y promover los intereses del sector – está encargada del programa de certificación en el país.279 Abrapa trabaja estrechamente con asociaciones locales, incluyendo la asociación de productores de Bahía (Abapa).280 Los presidentes de tanto Abapa como Abrapa, cultivan algodón.281 Luiz Carlos Bergamaschi y un miembro de la familia Horita, junto con otros grandes productores de algodón, son miembros de los consejos de Abrapa.282 Los productores de algodón, efectivamente, se están certificando a sí mismos.
En comentarios enviados a Earthsight, Abrapa dijo que no aprueba, emite o revoca certificados de ABR/Better Cotton, pues todos se realizan por auditores externos. Abrapa enfatizó que tiene plena confianza en la independencia de la auditoría de ABR/Better Cotton, aunque no proporcionó ningún detalle sobre cómo se asegura dicha independencia. La confianza que se puede depositar en las diversas firmas de auditoría de terceros encargadas de realizar las verificaciones se pone en duda por sus propios conflictos de interés dentro de un sistema de etiquetado en el que son pagadas por las compañías de algodón, y compiten por obtener trabajo de ellas.
En un giro casi cómico, inmediatamente después de haber aseverado su neutralidad, Abrapa dijo, en respuesta a nuestros hallazgos, que “plenamente apoyaría los productores en tomar acciones legales” contra Earthsight, en caso de que nuestro informe les causara algún daño. Además, añadió los comentarios textuales del Grupo Horita y de SLC Agrícola en un anexo a su propia carta.
Los grandes minoristas son un poquito más honestos sobre los problemas con Better Cotton. Inditex le dijo a Earthsight que “continuamente colabora con las organizaciones certificadoras y con otras terceras partes especializadas, para mejorar la calidad de sus estándares, sus requisitos, sus herramientas de rastreo y las políticas de cumplimiento”. H&M dijo que colabora continuamente con la directiva de la marca en revisiones del sistema para “identificar las necesidades de mejoramiento”. La empresa admitió que “a pesar de los mejores esfuerzos de los responsables por los estándares, por supuesto pueden ocurrir violaciones”.
Promesas vacías
H&M se jacta de sus compromisos con los ecosistemas resilientes, la debida diligencia en las cadenas de suministro, la conservación del agua, la anticorrupción y los derechos de las comunidades locales a la tierra.283 Inditex tiene una Estrategia de Biodiversidad, para alentar el manejo sensato de la tierra por los proveedores de materias primas,284 y una Política de Derechos Humanos, que incluye los derechos comunitarios.285
Sin embargo, lejos de las ferias textiles en Europa, las comunidades tradicionales del occidente de Bahía están dolorosamente conscientes de las promesas vacías declaradas por las marcas, que han prometido reducir sus impactos ambientales. “Las multinacionales públicamente apoyan las buenas prácticas y la responsabilidad social, pero en el fondo, cuando uno observa [sus impactos en] las comunidades tradicionales, la realidad es distinta”, resume el ambientalista dos Santos.286
“Dichas empresas extranjeras deben tener vergüenza de sí mismas. El mundo entero hoy en día compra el algodón y la soya manchados por el acaparamiento de tierra. Quienes compran dichas mercancías, pueden estar seguros que ellas están manchadas de sangre”, argumenta Iremar Barbosa de Araújo, un maestro y residente de la comunidad tradicional Arrojelandia.287
La industria europea de la moda, a pesar de su poder de mercado inmenso y su potencia muscular, parece estar poco dispuesta o ser incapaz de rigurosamente implementar los sistemas de monitoreo y políticas necesarios, que le permitirían cortar lazos con el acaparamiento de tierras, la deforestación y las violaciones de los derechos de las comunidades locales. Como resultado, sus clientes son cómplices involuntarios de tales abusos.288
Algunas mejoras a los procedimientos y estándares de Better Cotton están en progreso. Un nuevo conjunto de Principios y Criterios entrarán en vigor en marzo de 2024.289 Pero como detallaremos en el próximo capítulo, todavía quedan muchos problemas.
Si las corporaciones no pueden actuar por su propia voluntad, es urgente que los Gobiernos y reguladores intervengan. Los mercados ricos de consumo, incluyendo la UE, el Reino Unido y los EEUU, actualmente están tomando medidas para hacer exactamente eso. Sin embargo, como veremos en el próximo capítulo, si bien se están regulando ciertos sectores, o se espera que pronto serán regulados, el algodón y la industria textil en gran parte se encuentran libres de culpa.290 Esto necesita cambiar.
Capítulo 5:
¿Qué se debe hacer?
Reglamentos nacionales de consumidores
En términos de la presión sobre la tierra, y las consecuencias humanas y ecológicas, el consumo de la UE de los textiles ocupa el segundo lugar tras solamente el consumo de alimentos.291 Casi toda esa presión ocurre en el extranjero, y casi toda está relacionada con el cultivo de algodón.292 Los culpables más grandes son justamente los consumidores más grandes. La UE es la mayor importadora de prendas de vestir del mundo, seguida por EEUU.293
Si bien dichos mercados están poniendo más atención en los impactos de nuestro consumo de alimentos – incluyendo soya, carne de res, cacao y aceite de palma – en tierras y bosques extranjeros, el impacto del consumo de nuestra vestimenta ha recibido menos escrutinio. Eso debe cambiar.
Los Gobiernos a ambos lados del Atlántico se están dando cuenta gradualmente que la acción voluntaria por parte de las empresas, bajo presión de los(as) consumidores(as) conscientes o grupos de activistas, nunca abordará exitosamente los impactos del consumo europeo y norteamericano en el extranjero. Las etiquetas verdes y los sistemas de certificación han fracasado universalmente en cumplir con sus promesas,294 y siempre habrá empresas que simplemente no se apuntan.
En reconocimiento de esto, leyes nacionales de consumidores se encuentran bajo desarrollo, o recientemente han sido aprobadas, las cuales buscan abordar los impactos negativos de las cadenas de suministro, a través de regulación. Hay dos categorías generales de dichas leyes: las leyes específicas sobre la deforestación, y aquellas más amplias sobre los impactos en los derechos humanos y en el medio ambiente.
Francia tiene una ley general sobre las cadenas de suministro éticas, la Loi de Vigilance. Una ley semejante en Alemania entró en vigor en 2023, la Lieferkettenschutzgesetz (LkSG, por sus siglas en alemán), aunque tiene defectos profundos.295 Bajo la LkSG, las obligaciones de debida diligencia de una empresa en cuanto a sus proveedores indirectos son mucho más débiles que para sus proveedores directos, y una empresa regulada solo tendría que tomar cartas en el asunto, como por ejemplo realizar un análisis de riesgo, cuando ya cuenta con un “conocimiento corroborado” que han ocurrido violaciones de los derechos humanos o daños ambientales. Dado que la industria europea de la moda no obtiene su algodón directamente, este abordaje es insuficiente para lidiar con los daños revelados en el presente informe.
Con su Estrategia de la UE para textiles sostenibles y circulares, la Comisión Europea está de acuerdo, en principio, que se requieren acciones lideradas por los Gobiernos, para asegurar que las industrias de la moda y textil cambien sus prácticas.296 Adoptada en marzo de 2022, dicha estrategia busca reinventar el ciclo vital de los productos textiles y calzados, cambiando la manera en que se producen, consumen y eliminan las telas. Sin embargo, la estrategia se enfoca muy poco en los impactos ambientales y sociales de la producción de algodón.297 La resolución del Parlamento Europeo en materia de la estrategia enfatiza la necesidad de cubrir toda la cadena de valor de los productos textiles, pero además no aborda directamente los asuntos ligados al aprovisionamiento de algodón.298
Dos acciones reguladoras a nivel de la UE, nombradas en la estrategia de la Comisión y en la resolución del Parlamento, tienen el potencial de abordar la complicidad europea en los daños ambientales y en las violaciones de derechos humanos revelados en este informe.
Una es la Directiva de la UE sobre la debida diligencia de las empresas en materia de sostenibilidad (CSDDD, por sus siglas en inglés). Si se promulga, esta directiva requerirá que las grandes empresas que operan en la UE ejerzan la debida diligencia a través de sus cadenas de suministro. Como tal, la CSDDD podría tener un impacto positivo para las comunidades afectadas por la producción de algodón a gran escala en Brasil. Si se aprueba, en el futuro, empresas con sede en la UE, incluyendo Inditex y H&M, tendrán que identificar y prevenir, mitigar, minimizar o acabar con los impactos adversos ambientales y en los derechos humanos en sus cadenas de suministro de algodón.
A pesar de haber superado la mayoría de los obstáculos habituales para convertirse en ley,299 la CSDDD quedó casi enterrada a principios de 2024 gracias a un cambio drástico por parte del Gobierno alemán.300 Contrariamente a la práctica de la UE, el Gobierno de coalición alemán retiró su apoyo antes de lo que normalmente sería un proceso de aprobación final en la UE.301 El cambio de postura del Gobierno alemán se debe a un cambio de actitud del partido pro-mercado FDP, socio minoritario del Gobierno de coalición del país. El FDP ha estado recibiendo donaciones de empresas que serán objeto del CSDDD, entre ellas grandes minoristas de ropa de algodón que, según Earthsight, importan de Asia prendas de producción sospechosa.302 Los esfuerzos de última hora para salvar la ley condujeron a un nuevo debilitamiento del texto, incluida la restricción de la aplicabilidad de la ley sólo a las empresas más grandes y la ampliación del período después del cual tendrían que cumplir con la ley.303
La CSDDD no es perfecta. Incluso antes de los últimos cambios introducidos para salvar la ley en el Consejo, la presión ejercida por algunos Estados Miembros - en particular Alemania y Francia - durante las negociaciones iniciales entre el Consejo y el Parlamento Europeo generó un texto notablemente debilitado.304 Por ejemplo, los derechos específicos de los pueblos indígenas y de las comunidades tradicionales, no están incluidos.305 Sin embargo, la aprobación de la ley puede proporcionar una rendición de cuentas muy necesaria en algunas de las cadenas de suministro europeas, y permitir a quienes se ven afectados negativamente por las actividades de las grandes compañías exigirles responsables ante los tribunales de la UE.
La segunda ley es la Regulación de la UE en materia de deforestación (EUDR, por sus siglas en inglés). Esa regulación entró en vigor en junio de 2023 – aunque las empresas solo tendrán que cumplir con ella a partir de diciembre de 2024 – y podría decirse que es la más estricta de su tipo que jamás se ha aprobado en un gran mercado de consumo. Requiere que las empresas rastreen su mercancía cubierta por la ley306 hasta la propiedad donde fueron producidas las materias primas. Requiere que la producción sea no solamente libre de deforestación, sino que además legal bajo las leyes en materia de medio ambiente, tierra y derechos humanos del país del productor. Además, requiere que las empresas realicen la debida diligencia, para asegurar que hayan reducido a un mínimo el riesgo de violar los requisitos de la ley – un cambio importante en la carga de la prueba, particularmente dadas las grandes áreas grises que rodean la legalidad en ciertos lugares, incluyendo Bahía.
La EUDR, sin embargo, tiene una seria limitación: no cubre el algodón. A diferencia de los factores más conocidos de la deforestación, incluyendo la carne de res, la soya y el aceite de palma (los cuales sí están cubiertos), la ley no impedirá que las cadenas europeas de suministro de algodón se contaminen del acaparamiento de tierra, la deforestación o las violaciones de los derechos a la tierra de las comunidades tradicionales. Aun así, hay un rayo de esperanza. La ley no requiere que la gama de mercancías que cubre sea revisada tras el primer par de años de implementación. La Comisión, debe incluir el algodón en sus próximas evaluaciones de impacto sobre las mercancías que la ley podría cubrir a futuro.
Simplemente añadiendo el algodón y productos derivados a la EUDR, sin embargo, sería insuficiente. También se necesitan más mejoras a la EUDR,307 junto con su aplicación correcta. Por ejemplo, el reglamento debe ir más allá de su enfoque estrecho actual en los bosques, para también proteger otros tipos de ecosistemas, incluyendo aquellos con bosques menos densos que son comunes en el Cerrado.308 Las autoridades de ejecución de la ley en los países de la UE necesitarán asegurar que se cumplan las leyes que protegen los derechos de las comunidades tradicionales, incluso si la aplicación local en el país productor es deficiente o si los Gobiernos locales son cómplices de ilegalidades.309
Para las ‘mercancías con riesgo forestal’, como la carne de res y la soya, una nueva ley parecida a la EUDR también ha sido promulgada recientemente en el Reino Unido como parte del Environment Act (Ley Ambiental), aunque no haya entrado plenamente en vigor, ni tampoco se haya anunciado una fecha para esto.310 Mientras tanto, se ha introducido un proyecto de ley semejante, la FOREST Act, en el Congreso de EEUU. Ninguna de estas leyes incluye el algodón, y se enfocan en losagentes de deforestación más conocidos, incluyendo el ganado, la soya y la palma aceitera.
Aun si lo incluyeran, no queda claro en qué medida podrían asegurar que el algodón que ingresa en las cadenas de suministro del Reino Unido y de Estados Unidos sea verdaderamente sostenible. Esto es porque la Ley Ambiental y la FOREST Act solo cubren la deforestación ilegal – en lugar de enfocarse en la eliminación de toda deforestación de las cadenas de suministro, como lo hace la EUDR. Un enfoque exclusivo en la deforestación ilegal probablemente no es suficiente para abordar casos en los que la deforestación perjudicial autorizada por Gobiernos locales contraviene las leyes locales.311
Si bien muchos detalles de la ley todavía no se hayan decidido a través de legislación secundaria, la Ley Ambiental del Reino Unido además se aplica solamente a los bosques, tal como los define la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura,312 sufriendo de la misma limitación que la EUDR. Es más, no se refiere explícitamente a los derechos humanos, y todavía no se sabe si la legislación segundaria incluirá leyes que protegen los derechos humanos, entre aquellos con los cuales se debe cumplir.
Dado que el algodón es una de las fuentes más grandes de presión sobre la tierra vinculada al consumo occidental, los EEUU, el Reino Unido, la UE y los Miembros Estados individuales de la UE deben redoblar su ambición. El nivel ministerial del Consejo de la UE y el Parlamento de la UE deben aprobar finalmente la CSDDD. Paralelamente, los Estados Miembros de la UE que han buscado una legislación más fuerte también deberían considerar la aprobación de leyes nacionales aún más sólidas. Las leyes del Reino Unido y de la UE sobre materias primas de riesgo forestal deben reforzarse, sobre todo evaluando adecuadamente la inclusión del algodón en la lista. En EE.UU., debería estudiarse la inclusión del algodón en el borrador de la FOREST Act, y debería elaborarse urgentemente una legislación ética más amplia sobre las cadenas de suministro, similar a la del CSDDD. Sobre todo, es crucial que todas estas leyes se apliquen y se hagan cumplir correctamente, algo que parece estar lejos de la realidad a tenor de las experiencias anteriores relacionadas con los esfuerzos legislativos para hacer frente a las cadenas de suministro poco éticas.313
Acción en Brasil
La elección del presidente Luiz Inácio “Lula” da Silva a finales de 2022, fue recibida de buena manera por los y las ambientalistas alrededor del mundo. La reintroducción de políticas para combatir la deforestación en la Amazonía, las cuales prácticamente desaparecieron durante la administración de Jair Bolsonaro, fue una de las primeras acciones implementadas en los primeros días de la presidencia de Lula.
Como resultado, la deforestación en la Amazonía brasileña disminuyó en casi un 50% en 2023, en comparación con el año anterior.314 Los(as) defensores(as) climáticos(as) pudieron respirar más tranquilos.
Sin embargo, la sensación de alivio fue incompleta. Si bien las noticias más recientes de la Amazonía son prudentemente positivas, lo opuesto es la verdad en el Cerrado: el problema se está empeorando, no mejorando. En 2023, el bioma registró tasas alarmantes de deforestación, las cuales aumentaron en un 43% en comparación con el año anterior.315
En reacción a dicha tendencia preocupante, el Gobierno brasileño ha anunciado la cuarta fase de su plan para prevenir y controlar la deforestación en el Cerrado, conocida como PPCerrado. El Gobierno afirma que las iniciativas detalladas en el plan eliminarán la deforestación para 2030, ofreciendo un atisbo de esperanza.
Aun así, la eficacia de las medidas propuestas sigue siendo incierta, pues el plan está exclusivamente dirigido contra la deforestación ilícita, lo cual contradice la meta de eliminar toda deforestación.316 Al no abordar la deforestación autorizada por los Gobiernos locales, se deja abierta la puerta para el tipo de políticas permisivas no sostenibles – y a veces ilegales – adoptadas por el estado de Bahía.
Si bien la Constitución de 1989 de Bahía cuenta con disposiciones fuertes en materia de protección ambiental, sucesivos Gobiernos estatales han adoptado reglamentos que las socavan.317 Desde 2011, la autorización ambiental no solamente se ha vuelto autodeclaratoria, sino que además ha sido fuertemente debilitada.318 Esto ha sido incluso cuestionado por los fiscales.319 En paralelo, la aprobación de los permisos de deforestación (los ASV) se ha disparado. Entre 2012 y 2021, se otorgaron ASV para alrededor de 750.000 hectáreas, un área más grande que París, Londres, Roma y la Ciudad de Nueva York, combinadas.320
Igual de preocupante que los permisos de deforestación son los cientos de autorizaciones otorgadas a los agronegocios para perforar pozos y extraer agua del acuífero Urucuia para la irrigación.321 Entre 2007 y 2022, se otorgaron más de 830 permisos que autorizaron la extracción de 17 miles de millones de litros de agua por día.322 Junto con los efectos de la deforestación, esto ha generado impactos dramáticos en la disponibilidad de agua en la región. El Gobierno federal debe establecer un plan para detener toda deforestación a gran escala en el Cerrado, no solamente el tipo ilícito.
El Gobierno de Bahía debe cumplir con su mandato constitucional, y hacer un mapeo de toda tierra pública, para asegurar que se preserve, y que las comunidades tradicionales puedan tener pleno disfruto de sus derechos a la tierra. La agencia rural de Bahía debe apurar sus análisis de los títulos de propiedad supuestamente fraudulentos que se sobreponen a los territorios tradicionales de las comunidades, con miras a recuperar dichas tierras. La agencia ambiental de Bahía debe dar marcha atrás inmediatamente a la serie de reveses en cuanto a políticas ambientales, y además debe invertir en la transparencia y hacer disponible todo dato relacionado con la deforestación y con los permisos de agua otorgados en las décadas recientes.
Acciones por empresas
Si bien la respuesta principal a los problemas presentados en este informe recae en los Gobiernos, eso no quiere decir que las empresas tengan que esperar hasta que les obliguen a actuar. Al contrario, a medida que la red de regulación se aprieta gradualmente alrededor de las cadenas mundiales de suministro vinculadas al consumo en los países ricos, tiene sentido que las empresas actúen más temprano que tarde, posicionándolas mejor para la llegada de la regulación.
La primera cosa que las grandes empresas de la moda deben hacer es adoptar metas suficientemente ambiciosas. La Política de derechos humanos de H&M no hace ninguna referencia a los conflictos de la tierra, ni a las comunidades tradicionales.323 Ni su Compromiso de sustentabilidad, ni su Política de aprovisionamiento responsable de materias primas identifican la deforestación vinculada a la producción de algodón como un riesgo que debe ser monitoreado y mitigado.324 Inditex declara que no gestiona tierrasen áreas protegidas, y que respeta los derechos de las comunidades locales “donde realiza sus actividades comerciales”, pero no queda claro si espera lo mismo de sus suministradores de algodón.325
Sus políticas ambientales y de derechos humanos deben claramente detallar su cobertura de la totalidad de sus cadenas de suministro de algodón, y deben especificar las medidas que mitigan los riesgos de la deforestación, de la contaminación por pesticidas y de las violaciones de los derechos de las comunidades tradicionales. Sus políticas además deben incluir posibles remedios para los daños que ocurren. Las empresas minoristas occidentales no pueden ser exentas de sus responsabilidades por los abusos y violaciones cometidas por los agronegocios que cultivan su algodón.
En el sector de algodón, la regulación inminente ya está ayudando a impulsar acciones. Como lo admitió Better Cotton en 2022, “La rastreabilidad de la cadena de suministro de algodón pronto se volverá una ‘obligación’ para los(as) legisladores(as) a ambos lados del Atlántico que buscan endurecer las reglas”.326 Como parte de su estrategia para 2030, se lanzó Better Cotton Traceability [Iniciativa de rastreabilidad de Better Cotton] a finales de 2023. Sin embargo, esa iniciativa no se compromete a rastrear el algodón desde sus fincas de origen – el único nivel de rastreabilidad que verdaderamente importa –limitándose al país de origen.327 Esto es claramente insuficiente, pues los abusos e ilegalidades cometidos en fincas individuales de algodón permanecerían fuera de la vista de los compradores extranjeros, a no ser que ellos realizaran su propio rastreo (lo cual también ha sido insuficiente). Además, deja el sistema muy expuesto al lavado.
Better Cotton ha implementado una nueva serie de Principios y Criterios (P&C) que entraron en vigor en marzo de 2024.328 Ellos requieren que los productores de algodón mitiguen los riesgos sociales y ambientales para las “comunidades circundantes”, las personas o los ecosistemas “más allá de los límites de las fincas”;329 prohíben la conversión de los “ecosistemas naturales” por las fincas certificadas a partir del 31 de diciembre de 2019 (lo cual, a diferencia de otros P&C, solo entrará en vigor a partir de agosto de 2025, un año después de lo que fue planeado originalmente);330 hacen un llamamiento para la protección de las tierras de alto valor de conservación (AVC) a los agronegocios que están planeando nuevas conversiones331 e insisten en el cumplimiento con “toda ley aplicable” en el país productor, incluyendo aquellas derivadas de los tratados internacionales.332
Sin embargo, aún quedan problemas. La prohibición de la deforestación a partir del 31 de diciembre de 2019, no hace nada para prevenir la producción del algodón BC en tierras que fueron ilegalmente deforestadas antes de esa fecha. El requisito de evitar perjuicios a las comunidades circundantes no dice nada sobre las comunidades cuyas tierras han sido robadas y transformadas en plantaciones.333
Los criterios para la conversión de los ecosistemas naturales y la protección de los AVC que buscan mitigar los riesgos para las comunidades dentro de los límites de las fincas334 solo se aplican antes de ser convertida la tierra, y no tienen ninguna relevancia a partir de entonces. Es más, no requieren explícitamente el consentimiento previo, libre e informado de las comunidades afectadas por los planes de conversión.335 Better Cotton por lo menos podría haber sido más clara que el propósito de los nuevos criterios para los AVC es proteger los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales. Sin embargo, los lineamientos que han prometido sobre esto todavía no han sido publicados.
Los criterios de legalidad son además vagos en cuanto a cuáles tipos de leyes son aplicables, y ni siquiera mencionan la importancia de leyes sobre el uso y la propiedad de la tierra.336 No hay ningún lenguaje sobre lo que se espera de los productores en situaciones (comunes en Brasil) en que una agencia gubernamental declara que algo es ilegal, mientras que otra afirma lo opuesto; o donde una empresa puede tener un documento legal, pero no todos los que se requieren. En todos los casos documentados en el presente informe, las fincas certificadas en cuestión podrían haber producido algún tipo de ‘prueba’ de legalidad para presentar a un auditor.
El tema más amplio de la implementación y aplicación no parece haber sido resuelto. Aun en instancias en que los asuntos que hemos revelado posiblemente podrían haber sido cubiertos por los nuevos P&C, hay pocos motivos para creer que dichas violaciones serían detectadas o que se tomarían acciones en respuesta a las mismas. Esto es especialmente el caso, considerando los conflictos de interés inherentes al sistema. Las firmas de auditoría son pagadas por los agronegocios que ellas deben monitorear. Nuestras experiencias investigando otros sistemas de etiquetado verde337 nos informan que, al final de cuentas, no se puede confiar en que las industrias mundiales se pueden autocontrolar.
Aún en raras instancias donde los asuntos que hemos expuesto posiblemente podrían ser cubiertos por los nuevos P&C y descubiertos por los auditores, es muy probable que el algodón manchado podría ingresar de todas maneras a las cadenas de suministro de BC. Esto se debe a la falta de rastreabilidad destacada arriba.
Better Cotton debe tomar cartas en el asunto para fortalecer sus estándares, y además los sistemas para implementarlos y aplicarlos. Los grandes minoristas de vestimenta, incluyendo H&M y Zara, deben presionarle a BC para que lo haga. Hasta que BC no lo haga, deben ir más allá de los sistemas de certificación para asegurar que su mercancía se aprovisione de manera ética, y deben establecer sus propias revisiones más rigurosas.
Crímenes de Moda se publicó el 11 de abril de 2024
Créditos
Investigación: Earthsight
Filmación e imágenes: Earthsight / Thomas Bauer (a menos que se indique lo contrario)
Visualización de datos y diseño gráfico: @FlavitoReis
Ilustración de portada: @samuel_bono
Agradecimientos
Earthsight desea agradecer sinceramente a las siguientes organizaciones y personas su apoyo y sus valiosas aportaciones: Comunidades de geraizeiros, comunidades de fundo e fecho de pasto, AATR, 10envolvimento, ISPN, Marcos Rogério Beltrão dos Santos, MPE-BA, Dra. Luciana Khoury, MPF-BA, Comissão Pastoral da Terra, Observatório do Mercado, Grilagem e Financeirização de Terras no Brasil, Imaterra y Aidenvironment.
Este informe ha sido elaborado con la ayuda financiera de la Agencia Noruega de Cooperación para el Desarrollo (Norad), junto con otros donantes.
El contenido de esta publicación es responsabilidad exclusiva de Earthsight y en ningún caso debe considerarse que refleja las opiniones de las personas u organizaciones mencionadas, o las de nuestros donantes.