1. Introducción
2. La tala ilegal y la respuesta global
3. Cómo la sociedad civil puede ayudar
[1] COMISIÓN EUROPEA. Evaluación del EUTR, febrero de 2016. http://ec.europa.eu/environment/forests/eutr_report.htm (en inglés).
4. Las cadenas de suministro
5. Aprovechamiento ilegal
En este apartado, nos referiremos a estos dos puntos como el «derecho de aprovechamiento» y las «infracciones operativas» respectivamente.
En el marco de estos principios, hay una gama diversa de tipologías de ilegalidad, que reflejan toda la variedad de requisitos que sustentan los derechos de aprovechamiento. En casi todos los países se han elaborado procesos de concesión de permisos bastante complejos que rigen diversos aspectos del aprovechamiento. Estos procesos van más allá de la mera cuestión de si hay o no derechos de tala de árboles. Hay normativas que tienen como objetivo que el Estado no sufra pérdidas, que el daño ambiental se mitigue, que las comunidades reciban algún beneficio y que no se aprovechen especies protegidas. Infringir cualquier aspecto de este régimen pueden convertir en ilegal el producto de una zona específica. A pesar de que los bosques que abastecen al comercio mundial de madera se extienden por todo el mundo, los procesos de concesión de permisos y las formas de infringirlos muestran más similitudes que diferencias. Las evaluaciones del impacto ambiental, por ejemplo, son un requisito obligatorio común para las concesiones de tala selectiva y desmonte. Las concesiones de tala que practican una «gestión forestal sostenible» siempre requieren un plan de tala anual, que determina en qué zonas puede tener lugar el aprovechamiento en un año específico y qué volúmenes está permitido aprovechar. Las empresas que aprovechan madera siempre están sujetas al pago de impuestos. En este apartado no incluiremos un catálogo de todos los requisitos legales, sino que nos centraremos en describir las actividades ilegales que se identifican con frecuencia, así como las formas de detectarlas y documentarlas. Estas tipologías no son exhaustivas pero ofrecen una perspectiva general de las prácticas ilegales que ha identificado la sociedad civil en Asia, África, Latinoamérica y el Lejano Oriente de la Federación de Rusia.6. El aprovechamiento ilegal: el análisis documental
Los métodos que usó Greenpeace para identificar la tala ilegal de la Amazonía brasileña son un buen ejemplo de cómo recopilar datos y analizar permisos minuciosamente pueden generar pistas sólidas y llevar las investigaciones de campo hasta las concesiones con una alta probabilidad de ilegalidad [véase el Estudio de caso 1].
A estas alturas, otra opción es que haya quedado claro que en la zona de interés no se ha otorgado ningún permiso. En tales casos, pasar a las etapas de cartografía y trabajo de campo puede proporcionar más respuestas. Sin embargo, la investigación debe también ampliarse para incluir otras empresas y operaciones, ya sean concesionarios o aserraderos. Examinar las rutas que salen de la zona (generalmente carreteras pero también frecuentemente ríos) puede llevar hasta operarios cercanos con licencias, que podrían estar blanqueando madera de zonas sin autorización. A menudo, en aquellos lugares donde no hay derecho de aprovechamiento, la perspectiva en el punto de aprovechamiento suele ser compleja y opaca. El propio proceso de aprovechamiento puede parecer esporádico o desorganizado. Pero, en muchos casos, la madera que se está aprovechando se agrupará en aserraderos o instalaciones río abajo operadas por empresas de forma más organizada. Este tipo de operación se ha identificado en Perú [véase el Estudio de caso 6] y en Brasil [véase el Estudio de caso 8]. De este modo, observar operaciones de tala o procesamiento aparentemente legítimas y trabajar en orden inverso puede proporcionar más respuestas que observar el punto de aprovechamiento. Con un ojo en el cielo: cómo comparar permisos con los datos de satélites La siguiente etapa de la investigación consiste en comparar datos encontrados en los permisos con otros datos que no provengan de los permisos. Así puede determinarse si se han cumplido las disposiciones que se han identificado durante el análisis de los permisos. Los mapas con los límites, los planes de tala y las zonas prohibidas que se encontraron durante ese proceso adquieren ahora una importancia fundamental. Pueden sobreponerse a otros datos espaciales e imágenes por satélite y usarse para detectar directamente algunos tipos de tala ilegal o para guiar el trabajo de campo que se necesita para documentar otros tipos. En Sarawak, por ejemplo, los mapas que se incluyen en las evaluaciones del impacto ambiental se han comparado con imágenes por satélite para demostrar que se tala fuera de los límites de la concesión y que se cometen otros delitos [véase el Estudio de caso 2]. Hasta hace poco, para analizar los cambios en la utilización del suelo a fin de detectar tala o conversión forestal se necesitaba poseer y saber usar software de sistemas de información geográfica (GIS), así como adquirir y procesar costosas imágenes por satélite. Sin embargo, los rápidos avances en el procesado de imágenes y el desarrollo de plataformas de GIS en línea han hecho que la tecnología sea más accesible y fácil de usar. Incluso cada vez hay más imágenes por satélite en alta resolución que se están poniendo a disposición del público gratuitamente en formatos fáciles de usar. Google Earth, que puede descargarse de forma gratuita, alberga imágenes por satélite de diversas resoluciones. La mayoría de las superficies se cubren con una resolución de aproximadamente 15 metros por píxel (de los satélites Landsat), lo cual es suficiente para detectar un desmonte y la extensión de las pistas forestales asociadas con operaciones de tala selectiva que se adentran en bosques vírgenes. Sin embargo, en algunas superficies se muestran imágenes a una resolución de 60 centímetros, lo cual permite identificar zonas muy pequeñas de desmonte y puede usarse para documentar tala en ríos de amortiguación o desmonte junto a pistas forestales que supera los límites legales. Google Earth también alberga imágenes históricas, con lo que pueden identificarse cambios de la cobertura forestal a lo largo del tiempo. Google obtiene estas imágenes por satélite periódicamente de terceros. Hoy en día, para las ONG es relativamente fácil buscar, identificar y obtener imágenes adicionales en alta resolución directamente de los mismos proveedores [véase el Recurso: imágenes de alta resolución]. Los usuarios pueden subir a Google Earth tanto los límites de las concesiones como otros datos espaciales contextuales. Esto permite analizar los cambios de la cobertura forestal dentro de los límites de las concesiones, además de demostrar si las concesiones coinciden con áreas protegidas, territorios comunitarios u otras zonas donde no está permitido el aprovechamiento. En 2013, el Instituto de Recursos Mundiales reanudó Global Forest Watch (GFW), un sistema interactivo de alerta y vigilancia forestal en línea. GWF alberga una variedad de series de datos que pueden usarse para analizar e identificar tala ilegal, entre ellos datos de cambios en los bosques, la cobertura forestal y el uso de los bosques. Esta última serie incluye los mapas de concesión (que incluye los nombres de los titulares de las licencias) de concesiones de tala y plantación de muchos países con gran cobertura forestal, pero se sabe que los datos no están completos. Estos datos deben tratarse con cautela, dado que algunos límites no se han trazado con precisión y hay información que probablemente no esté actualizada. Al igual que Google Earth, GFW permite a los usuarios cargar sus propios datos espaciales y llevar a cabo un análisis. Pero, al contrario que en Google Earth, en GFW una gran parte del análisis es automática. Permite a los usuarios ver y cuantificar la pérdida de cobertura forestal (que se identifica automáticamente a partir de imágenes de Landsat) a lo largo del tiempo en una superficie definida por el usuario, así como crear alertas de pérdida futura. En 2016, GFW puso a disposición del público una serie de datos nueva que proporciona también imágenes por satélite sin procesar. Estas imágenes son más recientes y se actualizan con mucha más regularidad que las disponibles en Google Earth y, en algunos casos, incluso son de una resolución más alta. Comparar los cambios del suelo en imágenes por satélite a lo largo del tiempo con las fechas de los permisos puede presentar indicios razonables de que se llevaron a cabo operaciones de tala antes de obtenerse los permisos adecuados. En muchos casos, en el curso de la investigación no se dispondrá de mapas de las concesiones. En tales casos, Google Earth y GFW pueden ser igual de útiles para localizar con exactitud la ubicación donde se está llevando a cabo tala ilegal y cuantificar su magnitud. Aunque puede que esto no nos ayude a identificar a los autores, puede proporcionar pistas sobre si la actividad es a escala industrial o pequeña y ayudarnos a determinar si está teniendo lugar en zonas donde no está permitido por ley otorgar concesiones. Además, puede ayudar a dirigir nuestros próximos pasos, particularmente las ubicaciones para el trabajo de campo. Las imágenes por satélite y, en particular, los mapas de deforestación extraídos automáticamente (como hace GFW) deben tratarse con cautela. Con las resoluciones más bajas, no es posible determinar si el desmonte está teniendo lugar en bosques o en otros tipos de vegetación, como tierra de cultivo, maleza o incluso plantaciones. Los análisis automáticos no siempre muestran desmontes y es posible que la tala selectiva no sea visible en imágenes de baja resolución, especialmente si es de baja intensidad o en un bosque que ya había sido alterado. Además, a partir de las alteraciones observadas no es posible determinar si se está produciendo madera comercial y, si es así, en qué volumen, y mucho menos determinar quién se ocupa de la tala. Los análisis cartográficos y de imágenes por satélite son útiles para reunir datos, completar la perspectiva general y, especialmente, dirigir el trabajo de campo a las zonas donde pueda darse respuesta a las preguntas surgidas.7. El aprovechamiento ilegal: el trabajo de campo
Pruebas escritas
Las comunidades locales pueden aportar documentos. Como hemos comentado antes, es posible que hayan obtenido permisos u otros datos de las empresas que los investigadores no han podido obtener de otras fuentes. Lo más probable es que entre esos documentos se incluyan evaluaciones del impacto ambiental y contratos que contengan algún tipo de obligación social. Es posible que sea necesario tomar fotografías de estos documentos, dado que las comunidades querrán conservarlos. Las señales que hayan puesto las empresas también pueden ofrecer información útil. Entrevistas Las entrevistas semiformales o informales a las comunidades pueden ser un filón de información. Es posible que esta información de por sí proporcione alguna prueba de ilegalidad y no hay duda de que puede ayudar a dirigir las siguientes etapas del trabajo de campo. Estas entrevistas pueden, en particular, aportar un conocimiento más minucioso de algunas infracciones legales más complejas. Por ejemplo, las violaciones de los derechos de las comunidades a la consulta durante los procesos de evaluación del impacto ambiental o el incumplimiento por parte de las empresas de las obligaciones legales que adquirieron con las comunidades. La necesidad de centrarse en estos tipos de ilegalidad debe definirse antes del trabajo de campo y las entrevistas deben estar guiadas por un claro entendimiento de qué testimonio respaldará las pruebas indicativas. En algunos casos, particularmente cuando el testimonio sea fundamental para demostrar un caso, será conveniente grabar en vídeo o audio las entrevistas. Independientemente de si esto se hace o no, debe llegarse a un acuerdo claro entre los investigadores y los miembros específicos de la comunidad sobre cómo se usará el testimonio. En muchos casos, si las pruebas de las comunidades pueden atribuírseles y se hacen públicas, esto podría presentar un riesgo considerable. Deben comprobarse las grabaciones de sonido sobre el terreno para garantizar que el testimonio pueda oírse claramente. Incluso cuando en el testimonio no haya pruebas claras de ilegalidad, este puede ofrecer una visión convincente de las repercusiones perjudiciales que tiene la tala sobre las comunidades, lo cual puede usarse en las denuncias sin un componente legal. Los empleados de las empresas son otra fuente de información descriptiva. Pero, por supuesto, el acercamiento a ellos debe hacerse con cautela. En algunos casos, es posible que durante el trabajo de campo los investigadores se encuentren de pronto conversando con los obreros en una situación de poco riesgo. Ellos pueden ofrecer una gran cantidad de información sobre las actividades de la empresa en la zona de aprovechamiento y sobre el destino de la madera aprovechada [véase el Estudio de caso 2]. En tales casos, podría ser necesario grabar el testimonio de forma encubierta [véase el Recurso: cómo grabar pruebas de forma encubierta]. Pruebas visuales georreferenciadas El elemento fundamental del trabajo de campo es la capacidad de establecer con exactitud qué está pasando y dónde. El «qué» lo proporcionan las pruebas fotográficas y de vídeo. El «dónde» lo proporcionan los dispositivos de sistemas de posicionamiento global (GPS). Los dispositivos GPS determinan la ubicación del dispositivo usando señales de tres satélites o más. Muestran la ubicación en latitud y longitud, así como el grado de precisión. La precisión depende de varios factores pero, de media, estos dispositivos son precisos dentro de un margen de 15 metros. Los dispositivos GPS son fáciles de usar con una capacitación mínima y, si se combinan con una cámara, pueden ofrecer pruebas irrefutables de lo que está pasando en una ubicación muy específica [véase el Recurso: GPS, fotografía y Open Data Kit]. La clave de una buena recopilación de datos consiste en asegurarse de que las fotos se tomen mostrando un dispositivo GPS. De lo contrario, los datos esencialmente se separan y pueden ser refutados. Hoy en día, algunas cámaras tienen un GPS incorporado y los teléfonos inteligentes también combinan ambas cosas en el mismo dispositivo. Este proceso de combinar imágenes y ubicación es fundamental para demostrar infracciones operativas, como la tala fuera de los límites de una concesión, el aprovechamiento de especies protegidas o la tala en las zonas incorrectas. Esto se ha utilizado con resultados demostrables en Camerún, que llevaron a un caso conforme al Reglamento de la Unión Europea relativo a la comercialización de la madera en los Países Bajos [véase el Estudio de caso 4]. Durante el trabajo de campo, los investigadores deben asegurarse de tomar fotografías de las infracciones confirmadas y otras posibles, así como de otra información que pudiera ser útil, como señales que identifiquen las empresas o a sus subcontratistas. Aparte de los dispositivos GPS, también puede ser útil incluir en la foto un vehículo, una persona o algún objeto a modo de escala, por ejemplo en una fotografía de un desprendimiento de tierras junto a una carretera o de un tocón de diámetro menor al permitido. Los investigadores deben tener en cuenta que el uso de cámaras fotográficas y de vídeo llaman más la atención y, por lo tanto, pueden acarrear más riesgos [véase Recurso: mitigación de riesgos en el trabajo de campo]. Pasos siguientes La madera se transporta desde las zonas de tala en camión y generalmente se agrupa en puntos de recopilación de troncos de la propia zona de aprovechamiento antes de su transporte posterior. Desde allí, la madera puede llevarse por carretera directamente a un aserradero o un puerto, pero lo más común es que se lleve al río navegable más cercano y posteriormente se transporte en barcazas o se deje flotar río abajo en almadía. En algunas regiones, los troncos se agrupan en las cabezas de línea y se transportan en tren. Si bien en algunas ocasiones igual es posible seguir físicamente los camiones para determinar su destino, generalmente deben usarse otros métodos para relacionar los troncos del punto de aprovechamiento con los del punto de procesamiento o exportación. En el pasado, se han usado con buenos resultados rastreadores GPS colocados en camiones, barcazas o troncos individuales para rastrear la madera por las etapas posteriores de la cadena de suministro a partir del punto de aprovechamiento [véase el Estudio de caso 8]. Además, suele ser posible establecer conexiones mediante la búsqueda de troncos con marcas identificativas pertinentes [véase el Recurso: marcas de troncos] en los aserraderos que están cerca o río abajo o que por otro motivo se crea probable que están usando la madera. En muchos casos, sin embargo, el rastreo de la madera tendrá que hacerse usando su rastro documental [véase el apartado 9]. Después del trabajo de campo Dada la premura con la que suelen trabajar los investigadores sobre el terreno y el volumen de información que puede estar disponible, es fundamental llevar a cabo una buena gestión de los datos. Al volver de sus viajes sobre el terreno, lo normal es que un investigador tenga cientos de fotos, decenas de puntos GPS guardados en su dispositivo GPS, páginas y páginas de anotaciones y posiblemente grabaciones audiovisuales de entrevistas a las comunidades. Establecer un sistema para gestionar estos datos mientras se está sobre el terreno y procesarlos rápidamente después es fundamental para convertir los datos primarios en pruebas. La importancia de este proceso no debe subestimarse. Si un caso de tala ilegal llegara a los tribunales, los datos mal organizados y gestionados podrían no ser admisibles. Una vez que las pruebas más importantes (como las imágenes digitales) se hayan registrado y copiado y se haya hecho una copia de seguridad, puede comenzar el análisis. Después del trabajo de campo pueden añadirse los datos georreferenciados de los que se disponga a los mapas existentes para presentar una imagen más clara de la ubicación del aprovechamiento. Aquí es donde Google Earth u otro software especializado de GIS demuestran ser más útiles que Global Forest Watch, ya que con ellos los datos GPS pueden descargarse y compararse con datos contextuales, particularmente los mapas de concesiones. Así pueden identificarse infracciones operativas como la tala fuera de los límites. Cuando las fotos así lo demuestran, deben contrastarse con datos GPS y guardarse en un formato que permita acceder fácilmente a las pruebas. Las investigaciones llevadas a cabo por Greenpeace en Camerún demuestran lo efectivas que pueden ser estas simples superposiciones [véase el Estudio de caso 4]. Greenpeace empleó el mismo método incorporando otras técnicas más complejas para hacer un seguimiento de su investigación de la tala ilegal en el estado de Pará (Brasil). En ese caso, las pruebas se respaldaron con rastreadores GPS que se habían colocado en camiones de troncos, una herramienta que dio una oportunidad sin precedentes de conocer el blanqueo de especies de gran valor [véase el Estudio de caso 8]. Cómo atar cabos y dar los pasos siguientes El ciclo de recopilar datos de permisos, analizar mapas y llevar a cabo trabajo de campo puede llevarse a cabo más de una vez y es posible que incluso sea necesario hacerlo para completar una serie de información que alcance el nivel de material probatorio. Cuando se han establecido pruebas claras o indicios razonables de ilegalidad, el siguiente paso consiste en determinar a dónde se lleva la madera desde el punto de aprovechamiento. En algunos casos, es posible que las pruebas sigan sin ser claras independientemente del alcance de las investigaciones en el punto de aprovechamiento. Esto ocurre especialmente cuando los autores son un gran número de personas aparentemente desorganizadas, que actúan independientemente, o cuando la madera se está blanqueando. También puede darse este caso cuando los niveles de transparencia hacen imposible obtener permisos y mapas o cuando los riesgos de seguridad o las dificultades logísticas prohíben investigaciones sobre el terreno exhaustivas. En todos estos casos, avanzar río abajo e identificar el destino de la madera (ya sea mediante la observación o el rastreo físicos o siguiendo el rastro documental) ofrece una oportunidad nueva y diferente de investigar el comercio de madera ilegal. La madera puede aprovecharse legalmente pero convertirse en ilegal posteriormente, río abajo, por la infracción de otras normas que rigen su transporte, procesamiento y comercialización.8. Transporte, procesamiento y comercialización
9. Investigación del transporte, el procesamiento y la comercialización
Deben adoptarse medidas para garantizar que la identidad real del investigador no pueda rastrearse. No debe usar su nombre real, ni su dirección de correo electrónico ni su número de teléfono reales. Deben tomarse anotaciones detalladas de todas las comunicaciones con las empresas y los datos obtenidos por este medio deben catalogarse adecuadamente para poder referirse a ellos en el futuro. Si desea más información sobre los métodos que pueden usarse para grabar las interacciones encubiertas, vea el Recurso: cómo grabar pruebas de forma encubierta.
10. Cómo seguir rastreando hasta los mercados finales
Es posible que sea necesario o provechoso utilizar ambos enfoques en el mismo caso. Por ejemplo, si los intentos de rastrear la cadena de suministro de un producto concreto a partir del país de origen son infructuosos, puede que sea necesario recurrir al intento de llegar hasta esa misma cadena de suministro mediante el rastreo de productos pertinentes en orden inverso desde el país de destino.
¿Hasta dónde debe rastrearse la cadena de suministro? Hasta qué punto se documenta la cadena de suministro dentro del país consumidor, más allá del importador, dependerá de la legislación que se utilice y el objetivo final de la investigación. En la UE, el componente clave del EUTR solo se aplica a las empresas que primero venden el producto de la madera en la UE (el «agente que comercializa por primera vez»)[1]. Después, no hay medida coercitiva posible contra las empresas de etapas posteriores de la cadena de suministro. Sin embargo, podría valer la pena seguir investigando para señalar y denunciar a las otras empresas que compran madera al agente que la comercializa por primera vez. Además, si la investigación empieza desde el extremo del mercado, quizás solo sea posible identificar a los importadores de productos específicos trabajando en orden inverso a partir de los distribuidores.
11. La evaluación de las pruebas
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